lunes, 21 de noviembre de 2022

El movimiento obrero y sindicalismo en Valencia y Alzira (1898-1917)

Huelga de La Canadiense, Barcelona, 1919
Huelga de La Canadiense, Barcelona, 1919

En 1870 se celebró en España el I Congreso Obrero Español (o I Congreso de la Federación Regional Española de la I Internacional). En esta época no existía todavía ninguna sociedad obrera. Solamente unas pocas cooperativas y sociedades benéficas de socorros mutuos. Pero tras el golpe de estado del general Pavía (1827-1895), que puso en jaque mate la Primera República Española (1873-1874), en 1874, la llegada del general Serrano (1810-1885) al poder provocó que la Internacional española quedase relegada a la semiclandestinidad. 

Hubo que esperar hasta 1881, cuando un decreto de Sagasta permitió a la Internacional reaparecer a la luz pública a través de una nueva agrupación, la Federación de Trabajadores de la Región Española. Esta agrupación se disolvió en 1888, poniendo fin a las aspiraciones obreras de la Internacional sin ningún éxito.

En ese mismo año 1888 se constituyó la Unión General de Trabajadores (UGT). En paralelo, los anarquistas iniciaron una escalada de actos terroristas en España en 1890. En Xàtiva se cerró el centro anarquista en ese mismo año. Esto llevó a la ilegalización del anarquismo y su persecución en 1894. El fracaso de la Internacional y del anarquismo provoca que a partir de 1894 el movimiento obrero español se desideologiza (Reig, 1982: 15). Los anarquistas se disuelven y la UGT es todavía joven, sin implantación suficiente. Esta tendencia desideologizante se aprecia hasta 1910, cuando se constituirá y legalizará la CNT.

En 1900 se crea en Valencia el Centro Obrero, impulsado por los socialistas. En ese momento los anarquistas eran perseguidos por la policía y una acusación de anarquismo contra un obrero equivalía a ser señalado como delincuente. Surgen las primeras sociedades de resistencia obrera, dotadas de caja de ahorros para hacer frente a los gastos de manutención de los obreros en caso de huelgas y reducción de jornales. En su inicio sus integrantes se unen por "conciencia de defensa socioprofesional" (Reig, 1982: 16), y no están interesados a adherirse al socialismo o anarquismo. Son agrupaciones desprovistas de ideología concreta. Poco a poco esto cambiará, pues los líderes de cada agrupación obrera la irán arrastrando hacia el socialismo o anarquismo. Pero este es un proceso gradual, de lenta polarización ideológica (Reig, 1982: 17), a lo largo de la década 1900-1910.

Huelga de mujeres en Valencia, febrero de 1916

El año 1900 es el año dorado en Valencia de las sociedades obreras. El Pueblo, periódico republicano y blasquista fundado por el escritor Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928), apadrina estas sociedades dándoles publicidad en sus primeras planas: "el movimiento obrero merece más atención que la arlequinesca farsa parlamentaria" (El Pueblo, 01-01-1900). Los republicanos y los socialistas se alían durante este tiempo para defender estas asociaciones.

En los años 1899, 1900 y 1901 nacen en la ciudad de Valencia decenas de sociedades obreras, cada una agrupando a un oficio concreto. Son similares a los gremios medievales. Así, antes de 1899 se constituyen 4 sociedades, otras 4 en 1899, 21 en 1900, 4 en 1901, y hasta 1904 se constituyen otras 17. En 1905 ya no se funda ninguna nueva sociedad y las que existen suman medio centenar (Reig, 1982: 19). El historiador Reig compara este proceso afiliativo con el existente en la España de la Transición (1977-1978), tras la legalización de los sindicatos obreros. Y en ambos casos, tras este "boom afiliativo", siguió un cierto desencanto a partir de 1904: "convocatorias que se repiten con insistencia, reuniones que no se celebran por falta de asistentes suficientes, y recordatorios para que quienes no habían satisfecho sus cuotas lo hiciesen en condiciones favorables" (Reig, 1982: 20). Estas agrupaciones ciertamente mantenían vínculos de colaboración entre ellas, pero eran lazos demasiado débiles para enfrentarse a la realidad propia de cada sector profesional. No había coherencia ideológica, no había verdadera unión. Con todo ello, se celebró en Valencia una huelga general en 1905.

En esta etapa hay pues cincuenta asociaciones obreras en Valencia, todas ellas con una consistencia muy débil y fragmentada. Carecían de orientación ideológica común o disciplina de grupo. La diversidad ideológica dentro de cada sociedad obrera hacía a sus integrantes reticentes a vincularse con el socialismo o con el anarquismo. Destaca de entre estas sociedades la Sociedad de Estibadores del puerto de Valencia, que por la necesidad propia de su naturaleza, sí estaba federada con la de otros puertos (Barcelona, Cartagena, Alicante y Almería). Si un puerto del Mediterráneo se declaraba en huelga los patronos podían sortear el problema recurriendo a otros puertos, y por ese motivo los obreros eran plenamente conscientes de la necesidad de unir esfuerzos y federarse. Pero esta era la excepción en 1905.

En el año 1903 se publicó esta curiosa nota firmada por los editores del periódico republicano y obrero, El Pueblo.

El Pueblo, 10 de octubre de 1913
El Pueblo, 10 de octubre de 1913

Esta situación de "atomismo societario" (Reig, 1982: 21) se prolongó hasta la Semana Trágica de Barcelona, el 1 de agosto de 1909. Las protestas contra la guerra de Melilla en Barcelona colisionaron en Valencia con el muro de indiferencia que los socialistas y republicanos blasquistas levantaron a través de la prensa. El movimiento de protesta se redujo a los anarquistas, pero dada su falta de organización, sus esfuerzos fueron insuficientes. El fracaso de la Semana Trágica en Valencia, a diferencia de Barcelona, evidenció la debilidad de estas sociedades obreras, que eran incapaces de unificar los deseos de los obreros. Sus límites quedaban en evidencia, sus integrantes lo percibían, y también los patronos. Por tanto resultaban cada vez más ineficaces para el papel para el cual habían sido concebidas diez años antes. Por este motivo las sociedades de mayor peso anarquista participaron desde Valencia, en 1910, en el primer Congreso fundacional de la CNT.

El Pueblo, 14 de septiembre de 1911
El Pueblo, 14 de septiembre de 1911

Mientras la debilidad de las sociedades obreras evidenciaba su fracaso y, por el contrario, la CNT se alzaba como nuevo movimiento unificador del anarquismo, sucedieron en septiembre de 1911 los sucesos revolucionarios de Alzira, Cullera y Xàtiva. A partir de entonces la CNT y la UGT encabezarán las aspiraciones de los obreros. La desaparición de las sociedades socioprofesionales dará lugar a un fortalecimiento de ambos sindicatos, anarquista y socialista, que se consolidará hasta la huelga obrera revolucionaria de agosto de 1917, alimentada por el malestar creciente que imperaba en España debido a la crisis de las subsistencias (inflación) de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El fracaso de la huelga de agosto de 1917 provocaría un episodio de desencanto, frustración y decepción, que llevó a la UGT y a la CNT a perder cientos de miles de afiliados desde los últimos meses de 1917 en adelante.

Valencia Revista Mensual, agosto 1917
Valencia Revista Mensual, agosto 1917

Fuentes:

Reig, Ramiro (1982). Obres i ciutadans. Blasquisme i Moviment Obrer, València, 1898-1906. Institució Alfons el Magnànim, Valencia.

martes, 13 de septiembre de 2022

La Muntanya Assolada de Alzira

Montaña Asolada, abril de 2003
Montaña Asolada, abril de 2003

La Edad del Bronce es la etapa prehistórica que transcurrió entre el año 3000 a.C. y el año 1200 a.C. Su denominación se debe al descubrimiento del metal del bronce, que se obtenía gracias a una aleación de cobre y estaño. Esta etapa es intermedia entre la Edad del Cobre y la Edad del Hierro. El poblado de la Muntanya Assolada estuvo habitado aproximadamente entre los años 1.800 y 1.300 a.C.

Mapa de la Edad del Bronce en Europa
Mapa de la Edad del Bronce en Europa

La Montaña Asolada (Muntanya Assolada, en valenciano) es una colina de unos 270 metros de altura sobre el nivel del mar, que se encuentra a 4 kilómetros de la plaza Mayor de Alzira (al este) y  a 12,5 kilómetros de la costa mediterránea (playa de San Antonio en Cullera). 

Paisaje panorámico de Alzira visto desde Carlet, diciembre de 2022
Paisaje panorámico de Alzira visto desde Carlet, diciembre de 2022

Se encuentra a 2 kilómetros de la colina de El Respirall (Montealegre, al este) y a 2,5 kilómetros de las ruinas del Monasterio de La Murta (al oeste). Podemos ver en el siguiente plano el relieve de la zona y la altitud de las colinas que la rodean, además de los barrancos principales. 

Ubicación de la Muntanya Assolada (Fumanal, Guitart y Ferrer, 1993)
Ubicación de la Muntanya Assolada (Fumanal, Guitart y Ferrer, 1993)

El nombre de esta colina, Muntanya Assolada, se debe al parcial hundimiento de la cumbre ocurrido en la noche del 24 al 25 de octubre de 1783. Hasta entonces el lugar era conocido como Muntanya de la Font del Baladre. Sin embargo el desmoronamiento fue parcial y el área de la cumbre donde se encuentra el yacimiento no se vio afectado, por lo que la zona del poblado de la Edad del Bronce quedó a salvo del desastre natural.

Yacimiento de la Muntanya Assolada (2002)
Yacimiento de la Muntanya Assolada (2002)

Vista general de la Urbanización San Bernardo, Montaña Asolada, 2021

Detalle del yacimiento (triángulo rojo), 2021. La vegetación silvestre ha cubierto el yacimiento.

La distancia a la colina más próxima, el Tallat Roig, es exactamente de un kilómetro al oeste, aunque debe salvarse un importante desnivel (el valle del Xavegó). Muy próxima a este yacimiento se encuentra una antigua necrópolis denominada la Cova dels Gats (la Cueva de los Gatos). Próximo a Alzira, en Carcaixent, se encuentra además el yacimiento de la Cova del Pic (Cueva del Pico).

Google Maps, 2022

En 1983 el arqueólogo e historiador carcagentino Bernardo Martí Oliver (1949), profesor del Servicio de Investigación Prehistórica de la Universidad de Valencia, publicó sus investigaciones sobre este yacimiento, con el título "La Muntanya Assolada". En palabras del arqueólogo Bernardo Martí Oliver, "el yacimiento tuvo una prolongada ocupación dentro de la Edad del Bronce". Su primera ocupación se remonta, según este historiador, hacia 1800 o 1700 a.C., aunque esta región de la actual provincia de Valencia ya fue poblada durante la Edad del Cobre.

Plano de la Montaña Asolada (Bernardo Martí Oliver, 1983)

Según el profesor Bernardo Martí Oliver la primera excavación arqueológica en este yacimiento fue conducida en 1940 por el religioso y padre escolapio Andrés Panach Dolz, profesor de Historia del Instituto Escuelas Pías de Castellón de la Plana en aquellos años. Desconocemos los resultados de su investigación. Más tarde en 1953 el historiador Miguel Gual Camarena (1916-1974) realizó sus trabajos en la Muntanya Assolada. Su trabajo concluyó con el hallazgo de "fragmentos de cerámica sin decoración, junto a restos de animales, conchas y moluscos y un pedazo de molino de piedra. Al pie del montículo se exploró un covacho en el que aparecieron más restos cerámicos y huesos humanos, lo que es indicio de su aprovechamiento como lugar de enterramiento".

Cronología de la Edad de Bronce en Europa y otros continentes
Cronología de la Edad de Bronce en Europa y otros continentes

A partir de 1971 la Muntanya Assolada, dedicada durante siglos al cultivo de secano (algarrobos, olivos y vides), siendo propiedad del alzireño J. Balaguer, fue urbanizada por los vecinos de Alzira para la construcción de chalets y residencias de veraneo. Nacía así la Urbanización de San Bernardo (Urbanització de Sant Bernat) y se suscitaba un nuevo problema: la compatibilidad entre las nuevas edificaciones y el yacimiento arqueológico, prácticamente olvidado en esos años. 

En 1972 se realizaron excavaciones preliminares en el yacimiento dirigidas por el historiador y arqueólogo José Aparicio Pérez (1943). En el verano de 1978 el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia retomó las excavaciones bajo la dirección de Domingo Fletcher Valls (1912-1995) y el propio Bernardo Martí Oliver, quien presentaría sus conclusiones en 1982, con la publicación de "estudios sedimentológicos y polínicos, la determinación de los restos de fauna, los análisis de los objetos metálicos (...). La entrada se abriría en dirección NO, paralela a la muralla, para después formar un ángulo recto y, ya con dirección NE, perpendicular a la muralla, dirigirse al interior del poblado". La muralla tenía casi dos metros de anchura y en su zona mejor conservada alcanza tres metros de altura.

Muralla de la Muntanya Assolada (2002)
Muralla de la Muntanya Assolada (2002)

El objetivo principal de estos trabajos fue señalar la delimitación exacta del antiguo poblado y comprender la naturaleza de sus construcciones. Si bien entonces aquellas excavaciones se realizaron apresuradamente "condicionados por las obras de urbanización del yacimiento", hasta la actualidad el yacimiento se ha mantenido protegido de la promoción urbanística y se encuentra cerrado perimetralmente con una valla metálica y una sola puerta de acceso que permanece cerrada.

Paisaje desde la cima de la Muntanya Assolada, orientación este (2020)
Paisaje desde la cima de la Muntanya Assolada, orientación este (2020)

Sobre la utilidad de la Muralla los historiadores Fumanal, Guitart y Ferrer indican que es una característica del Bronce Valenciano el interés de sus pobladores por la huida de las zonas bajas o llanas, y la preferencia por "puntos a media ladera o en discretas cumbres (...) de topografía irregular (...). La ladera es aprovechada y modificada por el hombre mediante la construcción de paramentos que limitan espacios de topografía irregular rellenos luego con materiales heterogéneos". Así, "escogen cerros de mediana altura, individualizados por pequeños accidentes tectónicos, lo que les permite al menos un dominio visual del territorio". Esta muralla estaba construida con bloques de piedra sin carear trabados con barro.

Planta de la muralla del poblado (Bernat Martí Oliver, 1982)
Planta de la muralla del poblado (Bernardo Martí Oliver, 1982)

Para Bernardo Martí Oliver la principal función de este muro era la de separación o protección entre el interior del poblado y el exterior, obedeciendo pues a razones de seguridad ante posibles ataques de enemigos. "la hipótesis de que se trate del sistema de acceso al interior del recinto nos parece la más probable en estos momentos [1982]".

El poblado de la Edad del Bronce en la Muntanya Assolada era un conjunto de viviendas a lo largo de una única calle principal, habitadas por "un reducido número de familias dedicadas al cultivo de los cereales". En la ladera suroriental se localiza una pequeña cueva de enterramientos donde en 1953 el historiador Miguel Gual Camarena (1916-1974) localizó los restos de al menos cuatro individuos. Se descubrió también un enterramiento individual en el interior del poblado.

Enterramiento humano (2002)
Enterramiento humano en la Muntanya Assolada (2002)

El individuo enterrado dentro del poblado "se encontraba en posición fetal, decúbito lateral derecho, con las piernas dobladas y los pies cruzados. El brazo derecho alargado por detrás de la espalda y la mano aplastada por un bloque. El brazo izquierdo estaba flexionado por delante del cuerpo y la mano estirada por debajo de la cara, faltando la mayor parte del cráneo y maxilar superior". Esta persona vivió aproximadamente entre los años 2.200 a.C., lo que indica una fecha superior a la del poblado.

Representación del poblado de la Edad del Bronce de Campo Lameiro (Pontevedra)
Representación del poblado de la Edad del Bronce de Campo Lameiro (Pontevedra)

Fruto de esta excavación pudo determinarse el aspecto que tenía aquel poblado. Las viviendas contaban con techumbres fabricadas con barro y cañas o ramajes de pino, flora muy abundante en este monte. Entre unas y otras había un pavimento construido con cantos irregulares de pequeño tamaño.

Restos de la muralla del poblado (Bernat Martí Oliver, 1982)
Restos de la muralla del poblado (Bernardo Martí Oliver, 1982)

Así, el poblado comprende una superficie "aproximadamente rectangular de 40 por 20 metros de extensión. En su parte oriental el límite del asentamiento viene determinado por una abrupta pendiente, mientras en su parte occidental, así como en sus extremos norte y sur, se construyó una sólida muralla (...). En la misma parte occidental y por su cara externa, la muralla conserva el arranque de dos muros perpendiculares a la misma, que pronto se confunden con sus propios derrumbes, sin que resulte posible determinar precisamente el tramo final. Confusión a la que contribuyen la acusada pendiente sobre la que discurren estos muros, así como la existencia de abancalamientos realizados en los últimos siglos para la explotación de algarrobos y olivos".

Cerámica de la Muntanya Assolada (2002)
Cerámica de la Muntanya Assolada (2002)

En el yacimiento, además de la cerámica, se ha hallado elementos metálicos de bronce y de cobre. De bronce existe un puñal de remaches, mientras que de cobre se ha localizado diversas puntas de flecha, punzones y un fragmento de hoja de sierra.


Puntas metálicas de lanzas (2002)

En cuanto a los animales que convivían con los pobladores de esta localización se han localizado restos de los siguientes animales domésticos: perros, cabras, ovejas y bueyes, siendo los últimos los que más restos dejaron. Se constata también la presencia numerosa en cuanto a sus restos, del ciervo silvestre y conejo común y en menor medida del jabalí y del caballo. Aunque la Edad de Bronce europea es ya una sociedad que conocía la agricultura y la ganadería, las inclemencias meteorológicas, plagas y enfermedades explican que no se abandonase del todo la caza de animales salvajes. Así lo resumen el arqueólogo Bernardo Martí Oliver: "si bien estamos ante una cultura agrícola y ganadera, existe también una asidua práctica cinegética". Y respecto al ciervo, puntualiza: "su caza supondría un aporte proteínico considerable y deliberadamente buscado". Esto es comprensible si tenemos en cuenta que el entorno de la Muntanya Assolada es esencialmente montañoso, con pozos o barrancos de pequeñas dimensiones que apenas mantienen el agua de la lluvia. Es una zona, en la actualidad, abundante en jabalíes y animales de caza, pero prácticamente imposible para el cultivo de cereales o regadío en general. Es opinión de este historiador que las cabras y ovejas fueron empleadas "no sólo como productores de carne y leche, sino también como animales de carga y, quizás, de tiro en las labores agrícolas".

Cima de la Muntanya Assolada, a escasos metros del yacimiento (2020)
Cima de la Muntanya Assolada, a escasos metros del yacimiento (2020)

Las hipótesis más aceptadas sobre el final de este poblado apuntan a que se abandonó en los momentos finales del Bronce Pleno o a comienzos del Bronce Tardío para dar paso a un poblamiento que se ubica en el llano, en Cases de Montcada primero, en Escoles Pies durante el Bronce Final y en L’Alteret de la Vintihuitena de Albalat en la Edad del Hierro.

Plano del yacimiento (Bernardo Martí Oliver, 1984)

En el año 2022 el estado actual del yacimiento es de relativo abandono debido a la ausencia de vigilancia, ausencia de actividades culturales o guías y el cierre permanente de sus puertas desde hace años, a pesar de que no todo el yacimiento ha sido excavado. El perímetro del mismo está vallado en todas sus partes, si bien el depósito de aguas que abastece a las viviendas de la urbanización de vecinos, cuyas viviendas llegan a lindar con el propio yacimiento, exige revisiones periódicas, relativamente infrecuentes, que implican la entrada de personal de mantenimiento.

Vistas desde el yacimiento a 270 metros s.n.m. (este) con el mar Mediterráneo en el horizonte, a 12 kilómetros
Entrada al yacimiento arqueológico. Se aprecian las terrazas de piedra construidas sobre el terreno, en octubre de 2022

Recinto vallado del yacimiento y entrada al depósito de aguas potables construido en 1978
Recinto vallado del yacimiento y entrada al depósito de aguas potables construido en 1978, en octubre de 2022

Vistas desde el yacimiento a 270 metros s.n.m. (este) con el mar Mediterráneo en el horizonte, a 12 kilómetros
Vistas desde el yacimiento a 270 metros sobre el nivel del mar (este) con el mar Mediterráneo en el horizonte, a 12 kilómetros, en octubre de 2022

Distancia entre el yacimiento y la cima más próxima, Tallat Roig.
Distancia entre el yacimiento y la cima más próxima, Tallat Roig

Yacimiento resaltado con perímetro rojo, octubre 2022, Google Earth
Yacimiento resaltado con perímetro rojo, octubre 2022, Google Earth

Calle de la Urbanización de Sant Bernat, pavimentada y habitada, que linda con el perímetro del yacimiento.
Calle de la Urbanización de Sant Bernat, pavimentada y habitada, que linda con el perímetro del yacimiento, octubre 2022 





Fuentes:

Martí Oliver, Bernardo (1982) La Muntanya Assolada (Alzira, Valencia). Servicio de Investigación Prehistórica. Universidad de Valencia. 

Fumanal García, María Pilar, Guitart i Perarnau, Imma y Ferrer García, Carles (1993). Entorno geográfico del hombre del bronce. Cuadernos de Geografía de la Universitat de València.

GARCÍA SOMOZA, J. (2019). Cerámicas del yacimiento de Muntanya Assolada en el Museo de Prehistoria de Valencia: aproximación a la problemática de las antiguas intervenciones y planteamiento de un protocolo de restauración. (Tesis final de máster de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Universitat Politècnica de València).

Martí Oliver, Bernardo, De Pedro Michó, María Jesús y Enguix Alemany, Rosa (1995). La Muntanya Assolada de Alzira y las necrópolis de la cultura del Bronce ValencianoSAGVNTVM. Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia, 28, 75-91.

Gual Camarena, Miguel (1953). Hace tres mil años. Murta, Revista del Instituto Laboral de Alcira, octubre-diciembre, 4-5. 

Pelufo, Vicente (1935). Inundaciones, terremotos, pestes y otras calamidades que ha sufrido Alcira. Xúcar, 2, s. p. 


viernes, 2 de septiembre de 2022

La familia Suñer en Alzira (Parte 1/2)

Luis Suñer Sanchis hacia 1965

La historia de Luis Suñer es, en otras palabras, la historia de Alzira durante el siglo XX. Su legado transformó por completo la ciudad en una época que vio cómo el tradicional comercio de la naranja en auge desde el siglo XIX alternaba por primera vez con otras iniciativas industriales para dejar una huella que perdurará muchos años. El propio Luis Suñer Sanchis afirmó (La Vanguardia, 5 de agosto de 1971): "En esta tierra y ante este fenómeno, lo que, en un principio era casi herejía —el crear industrias arrancando, para ello, naranjos—, ha terminado por reconocerse como profético anticipo de la necesidad de planificar y estudiar nuestra agricultura e intentar conjugarla con la industria".

Luis Suñer fue el segundo hijo de Ana Sanchis Perpiñá y José Suñer Orovig, un modesto matrimonio de alzireños que tuvo otros tres hijos varones: el mayor, José (1906); Alfredo (1913) y Rafael (1919), el hermano menor. Nació el 19 de marzo de 1910 a las seis y media de la tarde, en el domicilio familiar de la plaza Emilio Castelar, 44 (actualmente, la plaza Mayor de Alzira). Fue escolarizado en la escuela pública de Benicull, a nueve kilómetros de Alzira, y tras cursar estudios en las Escuelas Pías de Alzira, realizó dos cursos de peritaje industrial mecánico en la Escuela Oficial de Terrassa (Barcelona). Durante todo este tiempo y desde su niñez estuvo trabajando en diversos negocios de Alzira.

La Cotonera, de los Hermanos Peris, hacia 1915, donde Luis Suñer Sanchis trabajó en su infancia varios años

A los diez años se inició en el pequeño negocio que sus padres abrían, en 1921, dedicado a la fabricación de envases de papel y cartón, Cartonajes Suñer, con un volumen de producción de cincuenta cajas diarias. Entre los 14 y los 19 años trabajó en la fábrica de algodón de Monfort y Peris para pagar los estudios de peritaje a su hermano mayor. En cuanto a otros miembros de su familia, existe constancia de un sacerdote llamado Francisco Suñer Orovig, posible tío paterno del empresario, que fue ordenado presbítero en Valencia en 1884 y que aparece ocasionalmente en la prensa valenciana hasta 1915, pero no tenemos la confirmación de que guarde parentesco con los Suñer Orovig de Alzira.

Sí existe constancia de que el niño Luis Suñer Sanchis tenía un tío, hermano de padre, que era militante republicano. Así consta en las páginas del diario El Pueblo del 10 de enero de 1918, que publicó el nombre de Enrique Suñer Orovig como vocal electo del Centro Unión Republicana de Alzira para aquel año. No obstante Luis Suñer Sanchis, durante su larga vida y habiendo sido testigo de la dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil, la dictadura de Franco y la transición española, nunca se significó políticamente, ni si quiera en el franquismo como integrante del partido oficial de la Falange, ni ningún otro movimiento ideológico. Fue un empresario centrado en sus negocios y sus ideas buscaron siempre el modo de producir el bienestar económico y laboral para su ciudad.

Enrique Suñer Orovig en El Pueblo, 10 de enero de 1918

Como recoge la Real Academia de la Historia, "en [el negocio de sus padres] tuvo su primer contacto con el trabajo, encolando cajas en los ratos libres de la escuela. Al llegar a la edad laboral, los catorce años [1924], entró como aprendiz mecánico en la fábrica de tejidos [La Cotonera de Alzira] y se matriculó en la Escuela Industrial de Valencia, aunque no llegó a obtener el título de perito, como era su deseo. El taller familiar [Cartonajes Suñer] se había afianzado y reclamaba una presencia joven que le diera impulso. Luis abandonó la fábrica de tejidos y se hizo cargo del negocio". En esta imagen vemos a Luis Suñer Sanchis junto a su madre, en la parte derecha, hacia el año 1920, cuando ya tenía diez años.

Familia Suñer Sanchis hacia 1915-1920

Como se publicaría años más tarde en La Vanguardia (28 de julio de 1959): "La industria Cartonajes Suñer tuvo unos comienzos muy modestos. Don José Suñer Orovig y doña Ana Sanchis Perpiñá, padres de los actuales propietarios, concibieron, en 1921, la instalación de una industria artesana derivada del cartón. Si todos los comienzos entrañan dificultades y obstáculos, no fue una excepción los que encontraron don José Suñer y su esposa. Aquella industria que nació prácticamente de la nada, con sólo unas tijeras de hojalatero, un punzón de zapatero, una escuadra de carpintero y algún utensilio más, fue creciendo con el tiempo, gracias al admirable tesón del matrimonio y de sus hijos, que conforme se iban haciendo hombres se incorporaban al trabajo. Larga e interminable sería la historia que podríamos narrar. Ahora, al cabo de treinta y ocho años y desaparecidos los fundadores, don José Suñer y doña Ana Sanchis, que ya pasaron a mejor vida [antes de 1959], sus hijos han situado a esta industria entre las mejores de la competencia, constituyendo un motivo de orgullo para Valencia y para Alcira".

Plaza Mayor de Alzira hacia 1920, entonces, Plaza de Emilio Castelar, y su Glorieta

En 1923 la empresa tenía su sede en la calle Enseñanza y a partir de 1935 se trasladó a un almacén de mayor tamaño en la calle Doctor Ferrán, donde el negocio vivió la caída del gobierno republicano y el estallido de la Guerra Civil. 

Existe una anécdota poco conocida que sitúa a Luis Suñer Sanchis en una posición singular el día de la proclamación de la Segunda República en España. La jornada electoral del 14 de abril de 1931, como indica el historiador Aureliano Lairón en el periódico El Seis Doble, se celebró en Alzira una manifestación cívica acompañada de la banda municipal interpretando La Marsellesa. Dimitió el alcalde saliente, quien hizo entrega del poder a los concejales republicanos vencedores en el proceso electoral, eligiendo estos al nuevo alcalde, el republicano Francisco Oliver González a las cinco de la tarde. Se colgó la bandera tricolor en el balcón del Ayuntamiento y tras varias horas de celebraciones populares, dos jóvenes alzireños marcharon en automóvil al vecino municipio de Corbera para colgar allí, al anochecer, la bandera republicana también. 

Alcalde Francisco Oliver González en 1931 (A. Lairón, El Seis Doble, 14-04-2011)
Alcalde Francisco Oliver González en 1931 (A. Lairón, El Seis Doble, 14-04-2011)

Luis Suñer fue uno de estos dos jóvenes que izaron la bandera republicana el 14 de abril de 1934 en Corbera. Tenía en esa fecha la edad de 21 años. Su acompañante fue Leonardo Cervera Robledo. Existe el testimonio, publicado por su propio nieto en  El Seis Doble, en 2011, que confirma este hecho con las siguientes palabras: "Me llamo Leonardo Cervera Navas y soy nieto de Leonardo Cervera Robledo, mencionado en este artículo como la persona que, junto con Don Luis Suñer, fue a Corbera a proclamar la República. Puedo corroborar la información publicado pues se ha comentado en mi familia durante generaciones. Mi abuelo, Don Leo, como le llamaban todos cariñosamente, era un republicano moderado que estaba convencido que podrían cambiar el mundo con sus ideas progresistas... Varios miembros de mi familia trabajaron durante décadas en la empresa de don Luis Suñer, uno de los empresarios españoles más brillantes del siglo XX, el Henry Ford español. Un fuerte abrazo para Alzira desde Bruselas".

En tiempos de la II República, el 18 de marzo de 1934 Las Provincias reseñaba que la empresa Cartonajes Suñer había impreso el libro ("llibret de falla"), "magníficamente editado" de la comisión fallera de "la amplia y moderna calle de la Unión, situada entre el trinquete de pelota y el molino de la señora viuda de Andrés Gimeno" en Alzira.

Milicianos de la CNT en la Guerra Civil

Con la Guerra Civil (1936-1939) al quedar la provincia de Valencia bajo el control de la República, los comités obreros se hicieron con el control de la producción industrial. En el caso de Alzira, un comité local de la Confederación Nacional de Trabajadores se apoderó de Cartonajes Suñer, arrebatándoselo a la familia propietaria. Se permitió a Luis Suñer Sanchis, director de Cartonajes Suñer en 1936, que siguiera ocupando la dirección, ya que no se había significado por opiniones políticas de derechas.

Francisco Franco (1892-1975) en el balcón del Ayuntamiento de Valencia, 1939

Se casó con Carmen Picó Sáenz (1914-1960), cuatro años menor que él e hija del alzireño Antonio Picó Alós, un constructor y contratista que construyó diversos edificios en Valencia, Gandía y Alzira en las décadas de 1920 y 1930. Fue el único licitador participante en la adjudicación por parte del Ayuntamiento de Alzira, en julio de 1926, de las obras de alcantarillado de la calle de la Montaña (actual avenida José Pau Margantoni, y curiosamente, muy próxima a donde en 1948 se edificaría la sede de Cartonajes Suñer).

En 1940, meses después del fin de la guerra, los Suñer recuperaron su empresa. En 1941 nació la primera hija del matrimonio, María del Carmen Suñer Picó y dos años después, en 1943 nació el hijo menor, Luis Suñer Picó, que estaba destinado a ser el heredero de sus negocios y seguir la carrera de su padre. Durante aquellos años, no obstante, José Suñer Orovig, ya anciano, continuó activo. Existen registros de patentes y modelos de utilidad con su firma en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial en diferentes fechas entre noviembre de 1942 y mayo de 1946.

Luis Suñer en su empresa hacia 1950

El incendio de octubre de 1946 en Cartonajes Suñer provocó la destrucción de las instalaciones, momento en el que Luis Suñer se planteó la posibilidad de reconstruirlas en Valencia para ahorrar costes y aprovechar la oportunidad de negocio que ofrecía el puerto de la capital. Allí habían comprado una parcela edificable. Eran los años de la posguerra y España vivía una crisis permanente de escasez, racionamiento y aislamiento internacional. Pero la actitud de los vecinos y trabajadores de Cartonajes Suñer fue solidaria tras el incendio y este comportamiento motivó a los hermanos Suñer para permanecer en Alzira. Tras el incendio alquilaron unas instalaciones en el viejo Molino de Aliño, donde hoy está ubicado el Centro de Salud Sants Patrons, mientras levantaba sus archiconocidas naves a las faldas de la Muntanyeta, en el antiguo Hort de Magraner, tarea que finalizó en el año 1948.

Así lo recordaba en 1989 el propio Luis Suñer en una entrevista para El Alfil: "Mis hermanos y yo pensamos, hacia 1946, que la fábrica (entonces solamente Cartonajes Suñer) debía estar en una zona industrial, más próxima a nuestros clientes. Por tanto, compramos una parcela de terreno en la zona del Puerto de Valencia. Cuando durante el incendio que arrasó la fábrica en octubre de 1946, en la calle Doctor Ferrán, vimos a todos los vecinos luchar con cubos de agua contra las llamas, y acompañarnos en nuestro dolor, me prometí a mi mismo que todo cuanto hiciera sería en Alzira".

Visita oficial de Francisco Franco (1892-1975) en Valencia, 1947

Según el sacerdote e historiador valenciano Ramiro Reig Armero (1936-2018), citado por la Real Academia de la Historia, "[En 1947], en el recorrido que Franco realizó por Valencia y su provincia, visitó la fábrica y sucesivamente lo irían haciendo diversos ministros. La empresa se convirtió en una de esas empresas ejemplares que el gobierno presentaba como florones de su política, por su creación de empleo en áreas agrícolas y sus prácticas paternalistas (economatos, viviendas para los obreros), y que, a cambio de ello, se beneficiaban de sus favores en un mercado intervenido".

En la década de 1950 Cartonajes Suñer Hermanos crecía en su nueva sede de la actual plaza Cartonajes y mantenía su marcado carácter de empresa familiar. Luis Suñer siguió como director, manteniendo como colaboradores a sus hermanos y socios mercantiles, José, Alfredo y Rafael Suñer Sanchis.

Nueva y definitiva sede de Cartonajes Suñer el día de su inauguración en 1948

José Suñer Sanchis, el hermano mayor, era técnico industrial y el jefe de mecánicos de Cartonajes. Alfredo Suñer Sanchis era jefe de producción. El hermano menor, Rafael Suñer Sanchis, estudió Medicina y ejercía la profesión de oftalmólogo en Madrid en 1959, según La Vanguardia, "aunque vinculado al centro fabril", seguramente como socio empresarial. En 1958 las instalaciones de Cartonajes Suñer recibieron la visita del ministro de Trabajo, Fermín Sanz Orrio.

Visita del ministro de Trabajo a Cartonajes Suñer, (Mediterráneo, 1 de octubre de 1958)

El negocio se ampliaba cada año, pasando de las cincuenta cajas diarias producidas en la década de 1920 a los dos millones de cajas diarias que Cartonajes Suñer fabricaba hacia 1959, con destino a toda España.

Luis Suñer y sus tres hermanos, 1959

En 1954 Luis Suñer Picó tenía once años y fue diagnosticado de una enfermedad que le obligó a abandonar el colegio. Su estado de salud preocupó a su padre, quien comenzó a idear en 1958 una nueva empresa, Avidesa (Avícolas y Derivados, sociedad anónima), con el fin de que en un futuro el heredero pudiese asumir su dirección y aprender los negocios de su padre. El objeto de este negocio era la cría de pollos, un negocio necesario en España pero que escaseaba en la década de 1950. Hasta entonces la carne de este animal era un producto de lujo por su alto precio en relación con otros productos. Su consumo se reservaba, tradicionalmente, a ocasiones especiales como las cenas de Navidad. Por eso tras la Segunda Guerra Mundial científicos estadounidenses modificaron la genética de este animal para crear una raza, el pollo Broiler, capaz de engordar en solo 48 días y no en 70, de modo que su rentabilidad más alta permitía abaratar el precio. Desde 1950 hasta hoy es la raza empleada para el consumo de pollo a nivel mundial.

Pollo de raza Broiler, la raza empleada por Avidesa

En España, según El Español, la implantación del pollo "tuvo especial éxito gracias a la debilidad del sector ganadero y a las políticas intervencionistas del régimen franquista. Para facilitar el acceso de carne barata a la población, el gobierno dedicó ayudas que antes se destinaban a la producción de trigo. A cereales que, como la cebada, se podían utilizar como pienso". El consumo anual de ave por cada español pasó de 2,65 kilos en 1961 a 14,74 kilos en 1970.

De Avidesa nos ocuparemos más tarde. Ahora continuamos con Cartonajes Suñer. Esta empresa, hacia 1958 y durante algunos meses, desarrolló un prototipo de automóviles, una de las pasiones de Luis Suñer Sanchis, junto con el fútbol. Así se promovió un intento, aunque sin éxito, de desarrollar un prototipo de microcoches o automóviles para Fórmula 1 con el nombre de Avidesa. Como anécdota, su nieto Adrián Campos Suñer (1960-2021) se haría famoso en la década de 1990-2000 como campeón de Fórmula 1 en España. 

Logo del proyecto de división automovilística ideado en 1956

El breve proyecto automovilístico fue abandonado y el microcoche nunca fue matriculado, ni pintado, quedando en un prototipo que nunca fue fabricado en serie. La empresa optó finalmente por adquirir una flota de Renault 4/4 para sus comerciales.

Vehículo Renault 4/4 (1958) adquirido para Avidesa por Luis Suñer

Eran años llenos de proyectos para un Luis Suñer de 49 años de edad, y estos se cumplían sin prisa pero sin pausa. Su hija María del Carmen Suñer Picó contrajo matrimonio en 1959, a los 18 años con Adrián Campos Bialcanet (1936-2017), de 23 años, y su hijo Luis Suñer Picó, a pesar de su enfermedad, ideaba proyectos empresariales a sus 16 años. Su principal interés, como veremos después, fue la apertura de una fábrica de helados.

Luis Suñer Picó (1943-1964) en su despacho de Avidesa hacia 1961

Así describía en julio de 1959 La Vanguardia la empresa Cartonajes Suñer: "situada a la falda del monte "El Salvador", en uno de los parajes más bellos de Alcira, tiene una superficie de treinta mil metros cuadrados. Unos quince mil se hallan cubiertos, destinados a la fabricación. Solamente la nave principal tiene tres mil metros cuadrados formando una sola sala de máquinas y se halla en construcción otra que tendrá cuatro mil. Una parte de la maquinaria es de procedencia española. Otra ha sido diseñada y construida en la misma empresa, pero también sé ha importado de varios países europeos".

Montañeta de San Salvador y al fondo la fábrica de Cartonajes hacia 2005, antes de su demolición

Entre 1948, con la apertura de la sede definitiva de Cartonajes Suñer sobre el solar que dejó el antiguo convento medieval de San Francisco, rodeado de naranjos y desaparecido tras las desamortizaciones del siglo XIX, y la época actual, donde solo quedan las viviendas de la colonia Ana Sanchis inauguradas en 1960 y la actual plaza de Cartonajes, el paisaje urbano de esta zona de Alzira ha experimentado una intensa transformación que atestiguan estas imágenes aéreas:

Cartonajes en 1956

Cartonajes y viviendas Ana Sanchis en 2003

Viviendas Ana Sanchis y plaza de Cartonajes, 2022

En los años 1950 y 1951 Luis Suñer Sanchis fue presidente del Círculo Alcireño. También financió la Galería Historico-artística de Cartonajes Suñer, que se compone de más de ochenta acuarelas del pintor y escritor alzireño Vicente Sanz Castellanos (1910-1991), quien casualmente nació el mismo año que Luis Suñer Sanchis y le sobrevivió un año más. Sus pinturas representan imágenes del pasado histórico de la ciudad de Alzira.

Santa Catalina. Acuarela de Sanz Castellanos (1966) encargada por Luis Suñer Sanchis

En 1959 aquellas fechas La Vanguardia describía así Cartonajes Suñer: "El taller de litografía y sus anexos de fotomecánica y planchas es de los más completos y modernos que existen en España. Para darse uno idea de cómo se ha aplicado la productividad y racionalización del trabajo en la fábrica de "Cartonajes Suñer", les diremos que los cuatrocientos obreros producen ahora veinte veces más que el año 1936. Ello quiere decir que existe una preocupación técnica".

La Vanguardia, 28 de julio de 1959

Cartonajes Suñer, en 1959, abarcaba "el ciclo completo de la producción. Aquí se hace de todo. Se crea desde el decorado en los propios estudios artísticos hasta la terminación del envase pasando por las secciones de fotomecánica y preparación de planchas con los procedimientos más modernos, en cuya sección figuran máquinas de granear y pasado por insolación, únicas en España y aún no instaladas en muchos países europeos. "¿Qué es lo que más aprecia de su industria y posee más valor para usted?", le preguntamos a don Luis Suñer. "Más que la producción en sí" -contesta-, "la experiencia adquirida por esta familia que formamos el complejo industrial de la empresa, dado que la maquinaria y procedimientos considerados hoy como modernos pueden ser anticuados en fecha próxima y perder su valor material ".

Luis Suñer Sanchis en 1961, a los cincuenta y un años

Otro de los proyectos que a finales de la década de 1950 adoptó Luis Suñer fue el de la construcción, como la Ley de Vivienda establecía para las empresas de más de cincuenta trabajadores, de viviendas para los trabajadores de Cartonajes Suñer a muy pocos metros de la puerta de la fábrica. Así nació la colonia de viviendas Ana Sanchis. En 1957 el Ayuntamiento autorizó a esta empresa la construcción de un grupo de 100 viviendas de renta limitada.

Luis Suñer Sanchis en 1957 presentando el proyecto urbanístico de Ana Sanchis, junto a su hijo

En el verano de 1959 Luis Suñer realizó declaraciones a La Vanguardia acerca de la construcción en ese momento de la promoción de las viviendas de Ana Sanchis: "Teníamos el proyecto desde hace, tiempo, de construir casas para nuestros trabajadores. Según ley, a nosotros nos correspondía hacer aproximadamente unas cuarenta y cinco [Decreto de 1 de Julio de 1955 por el que se aprueba un Plan Nacional para la construcción, en el periodo 1956-60, de 550.000 viviendas de Renta Limitada. La ley obligaba a las empresas de cincuenta o más trabajadores, como era Cartonajes Suñer, a construir viviendas para alojar al 20 por ciento de su plantilla]. No obstante, solicitamos de los organismos oficiales la construcción de un centenar, cuyas obras ya están en marcha y muy adelantadas".

La Vanguardia, 7 de diciembre de 1960

En diciembre de 1960 Luis Suñer Sanchis presenció la inauguración de la promoción de viviendas "Ana Sanchis", que incluía una plaza con el mismo nombre, en memoria de su madre, Ana Sanchis Perpiñá y las calles Artes Gráficas y José Suñer Orovig. Esta promoción alcanzó un coste de 18 millones de pesetas. Al acto asistió el ministro de Vivienda José María Martínez Arjona y además del empresario Luis Suñer, sus hermanos Alfredo y José Suñer, y el sacerdote alzireño Juan Nadal, que bendijo las viviendas. Esta promoción de viviendas se construyó para alojar a los trabajadores de las instalaciones de Cartonajes Suñer, precisamente frente a las propias viviendas. La demolición de estas instalaciones en 2005 dio lugar posteriormente a la actual plaza de Cartonajes, en la cual solo sobrevivió una puerta lateral de acceso a los almacenes.

Inauguración de la plaza Ana Sanchis, 1960

El 7 de diciembre de 1960 La Vanguardia describía así estas viviendas: "las viviendas están construidas en forma de chalets. Están habilitadas cada una para dos viviendas gemelas, rodeadas de jardín. Todas están dotadas de termo y lavadora eléctrica, cocina y persianas de tipo americano, y cuarenta de ellas [las situadas en la calle principal justo ante la actual plaza de Cartonajes José Suñer Orovig], destinadas al personal de categoría superior, disponen de garaje propio. Anotamos también la aparición sobre los tejados de gran número de antenas de televisión, lo que da a entender el bienestar social de estos trabajadores".

Viviendas de Ana Sanchis en 2022, Google Earth

Hacia 1960 Luis Suñer trabó amistad y trato empresarial en una feria de muestras con Eduardo Prilogeanu Fischer (†24-08-1991), un abogado y agente comercial políglota, exiliado de Lozna, Rumanía, que había huido del gobierno comunista a España. Prilogeanu sería años después el padrino de la nieta del empresario, Carmen María Campos Suñer y también trató de conseguir medicinas en el extranjero, imposibles de comprar en la España de Franco en aquellos años, para tratar la enfermedad de Luis Suñer Picó.

Viviendas de Ana Sanchis en 2022. Al fondo, plaza de Cartonajes y Montañeta de San Salvador

En esta fotografía, perteneciente a la obra "Geografía Médica de Alcira", publicada en 1917 por el estudiante alzireño Enrique Badenes Gallach, se aprecia en primer término el solar de las viviendas Ana Sanchis y plaza de Cartonajes, con la Montañeta de San Salvador y su entonces pequeña ermita, al fondo.

Montañeta de San Salvador, 1917
Montañeta de San Salvador, 1917

En esa misma época Luis Suñer Sanchis decidió diversificar, ir más allá de la producción de cajas de cartón. Por ello ideó un negocio fundamentado en la cría del pollo y congelación de su carne. La Factoría Número Uno de Avidesa, también conocida en su época como Avidesa Pollos, fue un gran edificio industrial construido entre 1958 y 1961 en la cuesta del Respirall del camino de la Murta, a las afueras de Alzira en dirección este. Tras ser abandonado en la década de los años ochenta, el edificio fue derribado en 2018 y en la actualidad existe una parcela, de propiedad privada, de 40.000 metros cuadrados disponible para la venta y urbanizable.

Inauguración de la factoría, 26 de junio de 1961

La idea de levantar este edificio nació en 1958, cuando se iniciaron las obras en la ladera del monte de El Respirall, también denominado Montealegre, a las afueras de Alzira en dirección este. En la actualidad, la carretera que transcurría ante la fachada principal es la denominada calle de la Travessa. Dista 6 minutos en coche desde la plaza Mayor de Alzira, una distancia de tres kilómetros.

Luis Ignacio Marchesi (1945) que con los años llegaría a ser director general de Cartonajes Suñer en su última etapa, explicó su versión de los orígenes de esta factoría en una entrevista a Ribera News concedida en 2018: "[Hacia 1958] Don Luis tenía el chalet aquí en El Respirall y todos los domingos hacía una paella con los amigos. Alguien le sugirió que montara una empresa de pollos para no tener que estar comprando pollo todas las semanas. No le debió parecer mala idea, se lo comentó a su hijo y montó la primera granja [en 1961], que fue esta. Aquí era donde nacían los pollos y una vez tenían un cierto tamaño se llevaban a lo que llamábamos el hotel de cinco estrellas, en la carretera de la Barraca [de Aguas Vivas] porque tenía aire acondicionado y todo".

Discurriendo en la zona alta de la colina, de forma paralela, aunque sin acceso a la parcela donde se ubicó esta fábrica, está trazada la Calle de Bonaire. Su finalidad sería la cría de carne de pollo y su distribución para toda España, motivo por el que la marca comercial Avidesa pronto fue popularizada y durante muchos años después de su desaparición ha seguido siendo recordada por la colectividad de generaciones de consumidores españoles. Esta factoría era propiedad de AVIDESA (Aves y Derivados, Sociedad Anónima), que había sido fundada y era dirigida por el empresario alzireño Luis Suñer Sanchis.

Inauguración y bendición de la Factoría Uno de Avidesa, 1961 (Luis Suñer, izq.)

Por otra parte en 1961 finalizaban las obras de la Factoría Uno de Avidesa. En sus instalaciones -de siete pisos y dos sótanos- se incubaban, criaban, sacrificaban, trataban y envasaban hasta medio millón de aves. Existía un laboratorio de sanidad, una fábrica de piensos y oficinas para cientos de empleados. Su interés se debe a su significativo estilo arquitectónico, enmarcado en el racionalismo de los años sesenta del siglo XX y en el contexto económico del desarrollismo que el Franquismo incentivaba en aquel momento. Su estructura de hormigón ofrecía una fachada perfectamente regular y funcional, con multitud de ventanas compartimentadas con placas de madera de "brise-soleil" para ventilar el interior constantemente.

Catálogo comercial de Cartonajes Suñer, 1960

En aquel entonces Luis Suñer Sanchis sería testigo del nacimiento de su primer nieto. Carmen Suñer Picó, de 19 años y recién casada, dio a luz a Adrián Campos Suñer (1960-2021), que se convertiría en piloto valenciano de Fórmula 1.

La granja avícola de la Factoría Uno de Avidesa fue inaugurada en el mes de junio de 1961. Dos años más tarde, en 1963, se tomó la siguiente imagen:

Factoría Uno de Avidesa, 1961

En esta otra fotografía, aérea, conservada en el Museo Municipal de Alzira, se puede ver cómo era la factoría en los años sesenta.

Factoría Uno de Avidesa, en El Respirall o Monte Montealegre, 1961

Al poco tiempo de su apertura, el 30 de junio de 1961, La Vanguardia publicó un extenso reportaje ilustrado sobre la factoría Uno de Avidesa. En aquel momento la producción alcanzaba 5.000 pollos sacrificados cada día para la venta de carne en toda España, y planeaba duplicar esta cantidad en solo dos meses, para septiembre de aquel año (ya en 1968 sería de 150.000 pollos al día).

Sala de incubación de pollos de Avidesa, 30 de junio de 1961

La sala de crianza de pollos, en 1961, albergaba 300.000 aves simultáneamente:

Sala de crianza de Avidesa, 1961

Desde el 26 de agosto de 1963 Luis Suñer Sanchis participó en la recién creada Junta de Obras del Hogar de ancianos de Santa Teresa Jornet. Este centro había sido fundado por Sor Teresa Jornet Ivars en Alzira en 1883 y gestionado desde entonces por las religiosas de la Caridad en un viejo edificio de la Vila de Alzira, en la calle de Sant Roc, 32, frente al Ayuntamiento, pero en 1963 era ya demasiado anticuado e incómodo para servir como residencia. Por eso en ese momento se inició el proyecto de un nuevo edificio para el cual la intervención y patrocinio económico de Luis Suñer Sanchis sería fundamental. Las obras quedarían finalizadas e inauguradas el 21 de junio de 1967.

Asilo de ancianos Santa Teresa de Jornet, en la Avenida Luis Suñer, Alzira, 2020

Pero el destino deparaba un terrible revés a los Suñer. En el año 1964 la familia Suñer Picó se sumió en el luto. Apenas iniciada la tercera semana del año fallecía con solo 21 años Luis Suñer Picó, director general de Avidesa. En enero de 1964 falleció Luis Suñer Picó, a los veinticuatro años, dejando los negocios de Luis Suñer sin heredero varón. Quedó su hermana Carmen como heredera única. El 16 de enero se publicó en todos los diarios de mayor tirada su necrológica, como fue el caso de La Vanguardia, que leemos en las siguientes líneas: "Luis Suñer Picó, director general de AVIDESA, entregó su alma a Dios en Alcira (Valencia), ayer, dia 15 de enero, a los 21 años de edad, confortado con los Auxilios Espirituales y la Bendición Apostólica de Su Santidad. R.I.P. Sus desconsolados padres, don Luis Suñer Sanchis y doña Carmen Picó Sáenz; hermana, doña [María del] Carmen [Suñer Picó]; hermano político, don Adrián Campos Bialcanet; abuelo, don Antonio Picó Alós; tíos, primos, sobrinos y demás familia, participan a sus amistades tan sensible pérdida, y ruegan una oración por su alma. El entierro se verificará hoy, a las cuatro de la tarde, desde su residencia de Montealegre [urbanización El Respirall] (Alcira), hasta el sitio de costumbre [Cementerio municipal de Alzira, donde el mausoleo de los Suñer ocupa un lugar destacado y reconocible del recinto]".

Estatua de Luis Suñer Picó y mausoleo en el cementerio de Alzira, 2010

En la entrevista concedida a El Alfil poco antes de su muerte, en septiembre de 1989, declaró sobre esta época de su vida: "Hay tres personas que admiro profundamente y que han influido en mi vida en gran manera: Henry Ford, mi madre Ana Sanchis y mi primera esposa Carmen. Ford, porque cuando leí su vida me di cuenta de todo lo que la imaginación, la inventiva y el trabajo constante pueden conseguir. Mi madre Ana, porque fue el alma de la fundación de la empresa y demostró que el amor a la familia no está reñido con el trabajo constante. Mi primera esposa Carmen porque consiguió salvarme del hundimiento moral que sufrí tras la muerte de nuestro hijo Luis (y que a ella le costó su propia vida). Ella me convenció que en vez de abandonarlo todo, debía hacer todo lo que nuestro hijo Luis había soñado".

La Vanguardia Española, 16 de enero de 1964

Así también se recordaba este suceso en la prensa española meses después, cuando Franco otorgó a Avidesa el título de Empresa Ejemplar, en las páginas de La Vanguardia del 24 de julio de 1964: "un año para ella [Avidesa] de luto indecible el único hijo varón del creador de AVIDESA y que prácticamente era ya el alma del gran complejo avícola, Luis Suñer Picó, moría a principios de año, a los veinte años, en plena actividad". Este nuevo reconocimiento del Gobierno era otorgado a "uno de los complejos avícolas mayores del mundo, con instalaciones de las más avanzadas técnicas, pues la poderosa entidad, y ese es uno más entre sus muchos milagros, no cuenta más de ocho años [fundada en 1956]. Su creador, propietario y director, don Luis Suñer Sanchis, fundador también de otras empresas, recibió hace años [1959] otro galardón semejante de manos del Jefe del Estado cuando fue proclamada Empresa Ejemplar «Cartonajes Suñer» creada por él y sus hermanos [en realidad, por sus padres, José y Ana]".

Francisco Franco entregando a Luis Suñer el título de Empresa Ejemplar, verano de 1964

Es en 1965 cuando Avidesa inicia una etapa completamente nueva que supone aceptar un reto planteado antes de morir por Luis Suñer Picó a su padre: los helados. La idea del negocio heladero se debe a Luis Suñer Picó. En 1965, meses después de su muerte, una afligida Carmen Picó Sáenz recordaba esta idea a su marido. Luis Suñer Sanchis tenía como obsesión y objetivo personal cumplir este sueño que su hijo no había llegado a ver en vida. Por eso en aquel año el empresario comenzó a estudiar la viabilidad del proyecto. En agosto de 1965, al regresar de vacaciones la familia Suñer Picó, el empresario anunció a los empleados de Cartonajes Suñer y de la factoría de pollos de Avidesa que se había adquirido una máquina de producción de helados. Tras las primeras pruebas unas semanas después se utilizó uno de los camiones frigoríficos de reparto de pollos para la venta de los primeros helados.

Luis Suñer confió la nueva división de helados a su agente de compras, Eduardo Prilogeanu. Prilogeanu trajo de Italia a tres técnicos especializados en el sector para trabajar en Avidesa: el veterinario Alberto Biondi, el técnico de maquinaria Franco Piluso y otro técnico de maquinaria, el italiano Luigi Tabacco (*21-05-1927-†abril de 1987), natural de Fano. Este último fue nombrado jefe de producción de helados. Precisamente en Italia en 1965 se fabricaron los primeros camiones frigoríficos de placas congelantes. Hasta entonces en España los camiones de helados transportaban la mercancía en cajones de corcho con hielo y sal y debían llevar cantidades reducidas de helado a clientes que previamente habían contratado el suministro con días de antelación de modo que cada trayecto debía estar perfectamente previsto. Esta falta de improvisación era un límite para el negocio. Por eso los nuevos camiones frigoríficos italianos daban mayor flexibilidad. La ventaja competitiva de Avidesa fue que, al iniciar entonces su negocio heladero, los 25 primeros camiones que adquirió en 1965 ya contaban con esta mejora tecnológica, ganando así terreno a sus competidores, que tardaron un año completo en renovar sus flotas de camiones.

Publicidad de Cartonajes Suñer, octubre de 1962

El negocio heladero se expandió lentamente a finales de la década de 1960, a través de un sistema de delegaciones que alcanzaron un total de sesenta en toda España, principalmente en la Costa del Sol. Avidesa se adueñó de la clientela de Camy, fiel en Alicante, y de los compradores de Frigo, cuya zona fuerte entonces era Murcia. También Ondina, Kalise y Menorquina vieron crecer desde cero a un competidor. El liderazgo de la marca fue creciendo hasta ser conocida en todo el país por productos estrella como el helado Apolo. En aquella época parte del peso de los helados era aire pero Avidesa desarrolló una estrategia comercial basada en las "materias primas de primera clase", por lo que sus comerciales realizaban demostraciones a los futuros compradores para que comprobasen el peso de los helados.

Otra estrategia de Luis Suñer fue crear delegaciones propias: "si le vendo a un comercial en exclusiva debo hacerle descuentos para que gane dinero. Si la exclusiva fuera una delegación propia sería yo quien ganaría el dinero de la exclusiva, por lo que me interesa crear delegaciones propias".

Otra estrategia fue el alquiler de congeladores para helados. En lugar de buscar solo clientes que dispusieran de congeladores, Avidesa acudía a los hosteleros que no tenían congelador todavía y se lo instalaba, firmando un contrato de alquiler por un precio muy bajo, teniendo en cuenta que un congelador en la década de 1960, a 8.000 pesetas de aquella época, era un lujo al alcance de pocos hosteleros. Avidesa y Cartonajes Suñer obtenían buenos beneficios en la década de 1960, por lo que ese dinero se destinó a la compra de 10.000 congeladores que fueron entregados a los clientes, fidelizando así a los clientes que firmaban esos contratos de diez años de duración mientras sus congeladores en restaurantes, tiendas y bares se llenaban de los productos exclusivamente de Avidesa y no de los competidores (Camy y Frigo principalmente). Según el director comercial de Avidesa en aquella época, El Corte Inglés y Paradores Nacionales de España fueron dos de los clientes que la empresa heladera fidelizó entonces.

Avenida Santos Patronos y casilicios del Puente Sant Bernat, 1967

En el año 1966 el brazo muerto del río Júcar, ya seco salvo en épocas de lluvias, estaba siendo rellenado con tierra por el Ayuntamiento en el que era hasta la fecha el proyecto urbanístico de mayor envergadura del municipio. Sobre ese lecho recto de dos kilómetros de largo se pondría asfalto y se cimentarían edificios de diez alturas, algo atípico en esta población valenciana. Así nacía entonces la Avenida Santos Patronos, que recorre la ciudad de norte a sur. 

Edificio Luis Suñer, septiembre de 2022

En esta nueva calle Luis Suñer, que había vivido siempre de alquiler, decidió comprar el viejo Hotel Ideal, derribar sus ruinas y construir un edificio de viviendas caracterizado por el lujo y ostentación, que fue bautizado con su nombre. Allí se instaló la familia Suñer.

Avenida Santos Patronos, 2020

En enero de 1967 el Ayuntamiento de Alzira, presidido por el alcalde Francisco Pellicer, rotuló con el nombre del empresario la Avenida Luis Suñer recién iniciada su urbanización. Asimismo se hizo entrega al empresario de la máxima distinción local, la Medalla de Oro de la Ciudad de Alcira en ese momento. Años después, en la entrevista concedida a El Alfil, declararía: "fue una época de intenso trabajo, tratando de realizar todas las obras que habían ilusionado a mi hijo Luis. Y me emocionó ver como me querían mis conciudadanos".

Inauguración de la Avenida Luis Suñer, en Alzira, 29 de enero de 1967

Como recogió en 1992 el cronista de Alzira Alfonso Rovira, "terminado el acto del cine Colón a primeras horas de la tarde, la comitiva se desplazó, momento que recoge la foto, a la avenida que iba a llevar su nombre. Allí, su esposa, Carmen Picó, descubrió una placa que recordamos fue elabora­da su inscripción en una piedra sillar del desaparecido puente de San Bernardo. Una avenida, la de Luis Suñer, que partiendo de la plaza del Reyno, ha ido poblándose poco a poco de grandes edificios, donde antaño, partida del Alborgí, crecían frondosos naranjales, mediando el brazo muerto del río Júcar".

Avenida Luis Suñer, en Alzira, 2010

Vemos aquí una comparativa entre el cauce del río Júcar (brazo muerto) en 1956 y una imagen del mismo lugar en 2020 que muestra la actual Avenida Luis Suñer totalmente urbanizada.

Brazo muerto del río Júcar, 1956

Avenida Luis Suñer, 2020

También en 1967, tras cuatro años de debates y proyectos, se inauguró el nuevo asilo u Hogar de ancianos de Santa Teresa de Jornet, en la misma avenida Luis Suñer de Alzira, ocupando una parcela de 10.000 metros cuadrados y dos plantas edificadas, donde hasta la actualidad se encuentra. Tiene capacidad para 150 usuarios. 

Construcción del Asilo de Santa Teresa Jornet, 1965
Construcción del Asilo de Santa Teresa Jornet, 1965

El día 21 de junio de aquel año el centro abrió sus puertas siendo padrinos en el acto el alcalde José Pellicer Magraner y la esposa del empresario, Carmen Picó Sáenz. 

El alcalde José Pellicer Magraner y Carmen Picó Orovig, 21 de junio de 1967
El alcalde José Pellicer Magraner y Carmen Picó Orovig, 21 de junio de 1967

Como escribió el cronista Alfonso Rovira, en este acto se descubrió una lápida conmemorativa que reza: “Alzira levantó este Hogar Teresa Jornet para los ancianos, presidiendo la junta de construcción el excelentísimo Señor Luis Suñer Sanchis. 28-8-1963 a 21-6-1967".

Luis Suñer Sanchis, en el Asilo de ancianos de Santa Teresa de Jornet, 21 de junio de 1967

Aquel día Luis Suñer Sanchis pronunció las siguientes palabras: “cuando en 1963 recibía el encargo de la Madre General, no dudé en aceptarlo complacido e ilusionado, porque la tarea confiada en levantar un hogar para nuestros ancianos merecía la pena. El día de hoy, para mi está muy cargado de emoción y es por lo que le manifiesto que cumplo el deber de decirle que le entregamos el Hogar Teresa Jornet, junto a la promesa de que sus moradores estarán siempre en nuestro corazón con la ayuda de todos los alcireños”.

Luis Suñer Sanchis, Carmen Picó Sáenz y las religiosas de la Caridad, 19 de noviembre de 1967

Otros proyectos de beneficencia fueron la construcción de las oficinas de la asamblea local de la Cruz Roja de Alzira, siendo Carmen Picó Sáenz la presidenta de honor a principios de la década de 1970 y hasta su fallecimiento. En septiembre de 1974 se crearía la Escuela de Enfermeras que existió durante algunos años de esta década.

Escuela de Enfermeras de la Cruz Roja de Alzira, septiembre de 1974

El empresario también apoyó económicamente a la Sociedad Musical de Alzira. Desde 1983 cedió gratuitamente a la agrupación el uso de un edificio de su propiedad (el antiguo almacén de Matías Colom), situado en la calle Hort dels Frares, 69, para la formación y ensayos de los músicos. Desde 1984 Luis Suñer Sanchis fue nombrado presidente de honor perpetuo de la Sociedad Musical de Alzira.

Lápida conmemorativa en la fachada de la Sociedad Musical de Alzira, septiembre de 2022
Lápida conmemorativa en la fachada de la Sociedad Musical de Alzira, septiembre de 2022

Así reza, en la fachada de la sede de la Sociedad Musical de Alzira, la placa que se descubrió el día de su inauguración: "Donado en fecha 2 de febrero de 1989 por el excelentísimo señor don Luis Suñer Sanchis y Señora María Carmen Suñer Picó al Excelentísimo Ayuntamiento de la ciudad para uso exclusivo de la Sociedad Musical de Alzira. Alzira, 1989". En esta fecha Luis Suñer Sanchis, en el último año de su vida, cedía el uso de este edificio a la agrupación musical. Años después, ya en 1998, sus herederos donarían legalmente la propiedad del edificio a esta agrupación musical para convertirlo en su nueva y actual sede. En otros ámbitos, entre 1963 y hasta su muerte en enero de 1964, el joven Luis Suñer Picó dirigió un periódico local, El Heraldo de Alcira.

Miembros de la Sociedad Musical de Alzira en la Plaza Mayor, abril de 2022

El 15 de enero de 1966 se colocó la primera piedra de la futura Factoría Cuatro de Avidesa. Según Alfonso Rovira, testigo del acto aquel día, "en un hueco labrado en la rectangular piedra se iba a colocar un tubo metálico en cuyo interior se depositó un ejemplar de ‘El Heraldo de Alzira’, publicación que dirigió en vida Luis Suñer Picó; unas monedas de curso legal y un escrito en el que se recogía una memoria del acto que se estaba desarrollando en el que entre otras cosas decía: esta piedra en la que triunfante surge la nueva factoría, perteneció al histórico puente de los Santos Patronos Bernardo, maría y Gracia de esta ciudad, como prueba del alcireñismo de Luis Suñer Sanchis". José Palacios Boquera, mano derecha de los Suñer, destacó en su discurso en nombre de cuentos formaban la gran familia de las empresas Suñer, el firme propósito de llevar a cabo las ideas proyectadas por Luis Suñer Picó.

Fray Justo Perez de Urbel (1895-1979) en la futura Factoría Cuatro de Avidesa, 15 de enero de 1966

El 15 de enero de 1965 la familia Suñer Picó conmemoró el primer aniversario de la muerte de su heredero. Aquel día, recién construido un monumento de mármol en la entrada de la Factoría Uno de Avidesa, de la colina de El Respirall, se inauguró una estatua de piedra blanca que representaba al difunto Luis Suñer Picó ante la que se colocaron flores y se celebró una misa. A aquel primer homenaje, tras el cual siguieron muchos otros en los años siguientes cada 15 de enero, asistieron destacadas personalidades políticas invitadas por Luis Suñer Sanchis. El ministro de Agricultura, el Gobernador Civil de Valencia y, entre otros, el benedictino fraile Justo Pérez de Urbel y Santiago (1895-1979), abad del Valle de los Caídos. Este religioso tuvo amistad durante años con la familia y ya antes había bendecido la factoría Tres de Avidesa y bendeciría también, aquel mismo día de enero de 1966, la primera planta heladera de Avidesa de esa misma factoría Tres, que Luigi Tabacco, como encargado principal, puso en funcionamiento. Se depositó después, en la partida de Fracà, carretera de Gandía, la primera piedra de la futura factoría Cuatro de Avidesa. Como anécdota, aquella primera piedra procedía del puente de San Bernardo que en esos días se estaba demoliendo para urbanizar la Avenida Santos Patronos.

El mismo día Luis Suñer Sanchis y Carmen Picó Sáenz apadrinaron la campana del nuevo santuario de la Virgen del Lluch, en la Montañeta de San Salvador, en memoria de su hijo. Esta campana, de 500 kilos de peso, se instaló en memoria de Luis Suñer Picó. Otras dos campanas fueron pagadas por otras familias alzireñas y la cuarta campana fue costeada por la Colonia Alcireña de Valencia. Desde entonces, mediando su restauración en abril de 2010, el sonido de estas campanas tal vez ha mantenido el recuerdo de Luis Suñer Picó en quienes le conocieron.

Construcción del santuario Virgen del Lluch, 1961

Puede añadirse que otra de las campanas, la que mira a la explanada, está dedicada, como indica su inscripción, a la memoria de Rafael Ruiz Beltrán, de 22 años, otro joven estudiante alzireño que falleció en un accidente ferroviario en Barcelona el 9 de enero de 1961 junto con otras veintitrés víctimas. Realizaba el servicio militar obligatorio como alférez eventual del arma de Artillería. Esta campana fue costeada por la familia San Francisco-Agulló. 

En septiembre de 1967 Luis Suñer acudió a una conferencia en la recién inaugurada Facultad de Economía de la Universidad de Valencia y se convenció de la necesidad de contratar a un economista, por lo que eligió al hijo de su asesor fiscal. Así Luis Ignacio Marchesi, de 22 años y recién licenciado entonces como economista, comenzó a trabajar en Cartonajes Suñer, cuando casualmente tenía la misma edad que alcanzó el fallecido Luis Suñer Picó. Al contratar a este economista Luis Suñer, entonces de 57 años, le dijo: "yo no sé para qué sirve un economista, no sé lo que usted puede hacer. Así que vamos a hacer una cosa, empiece, a ver en qué me puede ayudar, y si esto funciona se queda, y si no pues adiós muy buenas". En sus empresas todo el mundo, incluido Luis Suñer Sanchis, hablaba en valenciano.

Este empleado recuerda: "La primera vez que estuve en la factoría Uno de Avidesa fue el 15 de enero de 1968 porque en esa fecha se organizaba una especie de homenaje por el [cuarto] aniversario de la muerte de su hijo [Luis Suñer Picó], junto a una estatua suya que había en la entrada. Me sorprendió mucho ver a tantísima gente y trabajadores de Avidesa y Cartonajes que eran capaces de perder una o dos horas de sueldo para subir hasta aquí arriba para rezar un poco y recordar quién fue Luis Suñer Picó. Aquello me llegó al fondo del alma. Me di cuenta entonces de que podía estar muchos años trabajando junto a una persona capaz de recordar los hechos buenos y malos para motivarse y motivarnos".

Luis Suñer y su esposa Carmen Picó en la Factoría Uno de Avidesa, el 15 de enero de 1969

Vemos en la siguiente imagen esta estatua de Luis Suñer Picó en el monumento que Luis Suñer mandó construir en la Factoría Uno de Avidesa (El Respirall). La fotografía está tomada en uno de aquellos homenajes al hijo fallecido en la década de 1960. En ella vemos a Luis Suñer y su primera esposa Carmen Picó Sáenz, que falleció poco después arrastrada por la depresión. En la derecha vemos a la hija del matrimonio, María del Carmen Suñer Picó y a su esposo con quien se había casado en 1959, Adrián Campos Bialcanet. La escultura fue retirada de la Factoría Uno de Avidesa cuando esta quedó abandonada en 1990 y se instaló en el mausoleo familiar del Cementerio municipal de Alzira, donde se encuentra actualmente.

Luis Suñer Sanchis y Carmen Picó Sáenz, enero de 1969

La suerte sonrió aquel mismo año a la familia Suñer y a todos sus empleados. Los trabajadores de Avidesa tuvieron un gran motivo de celebración en diciembre de 1968 cuando el premio de la Lotería Nacional cayó en Alzira:

La Vanguardia, 21 de diciembre de 1968

El 22 de diciembre de 1968, mientras los titulares de la prensa española informaban de que "el Apolo 8 prosigue sin novedad su avance hacia la Luna", los trabajadores de estas instalaciones fueron agraciados con el premio del sorteo de la lotería nacional. El Gordo de Navidad brindó mil millones de pesetas al empresario y sus empleados. 

Diario de Burgos, 24 de diciembre de 1968

En aquel año la empresa distribuía a toda España más de 150.000 pollos diarios y tenía el prestigio de ser "una granja modelo". Según La Vanguardia, "con una plantilla de unos 500 obreros, se halla instalada en la zona conocida por El Respirall, en el valle llamado de La Murta, un bellísimo rincón de Alcira, todavía no explotado para el turismo".

Camino de la Murta, en El Respirall, 2020

Aquel día, cuando se supo la noticia, los trabajadores corrieron a celebrarlo, "quedando los pollos a medio embalar en la factoría", pues "pocos minutos bastaron para que desapareciera todo el personal".

La Vanguardia, 21 de diciembre de 1968

Este premio se distribuyó no solo en la factoría Uno de Avidesa, sino en las delegaciones del grupo empresarial en toda España.

La Vanguardia, 21 de diciembre de 1968

La fotografía de la familia Suñer Picó el 15 de enero de 1969 guarda relación con una noticia que apareció esa semana en las prensas del periódico Mediterráneo: "Coincidiendo con el quinto aniversario del fallecimiento de don Luis Suñer Picó [1943-1964], director general que fue de Avidesa, han sido invitados a Alcira los cuatro niños que cantaron el Gordo en el pasado sorteo de Navidad [21 de diciembre de 1968] (...). Don Luis Suñer Sanchis, director propietario del gran complejo industrial español (...) ha creado una Fundación [Luis Suñer Picó] con donación de becas para los hijos de los productores de Avidesa y de Cartonajes Suñer, empresas hermanas. Las primeras [becas] fueron entregadas por la excelentísima señora doña Carmen Picó [esposa] de Suñer". Aquel mes de enero de 1969 se inauguró además la factoría número cinco de Luis Suñer.

Mediterráneo, prensa y radio del Movimiento, 18 de enero de 1969

El 16 de julio de 1969 en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), el Apolo XI despegaba ante los ojos de todo el planeta. Cuatro días después el astronauta Neil Armstrong se convirtió en el primer ser humano en pisar la Luna. En España el evento fue retransmitido en el único canal de televisión que entonces existía, TVE, ocasión que Luis Suñer Sanchis supo aprovechar comercialmente para publicitar el lanzamiento de su nuevo producto, el helado Apolo. Este se convertiría en años siguientes en un producto estrella e icónico de Avidesa. Como publicó Levante EMV recientemente, "el anuncio contratado en TVE, vinculado a la retransmisión del lanzamiento al espacio. Los problemas con la señal en directo provocaron que [el anuncio] apareciera en las pantallas en plena cuenta atrás".

Helado Apolo, de Avidesa (1969)

En cuanto al trato personal el contable de Luis Suñer Sanchis, Luis Ignacio Marchesi, describe al empresario con estas palabras: "tenía una capacidad de trabajo que agotaba a todo el mundo. Aunque no tenía estudios, tenía ideas brillantes y sobre todo un sentido común fuera de lo normal. Tenía ideas para mejorar las máquinas, para que funcionasen más rápido, y las diseñaba. Tenía una mente muy preclara. Yo implanté el primer presupuesto anual, algo ahora muy normal pero que entonces no se hacía. Cuando le presenté el primer presupuesto recuerdo que no le quedó muy claro para qué iba a servir aquello".

Tarjeta comercial de Luis Suñer Sanchis

También detalla que "era muy campechano, pero su aspecto imponía y su voz era potente. Las reuniones las hacíamos, por costumbre, de pie y duraban horas. Cuando la gente iba a su despacho temblaba porque echaba unas broncas tremendas. Podías ver salir del despacho a la gente llorando. Pero era capaz de echarte una bronca por la mañana y por la tarde no acordarse. Podía ser muy desagradable pero muy humano a la vez. Nunca lo he visto echar una bronca a un trabajador de base [operario]. Cuanto más abajo en el escalafón de la empresa, más cariñoso era. Cuando bajaba a planta saludaba a todo el mundo. Hizo en Cartonajes una pista de tenis para los empleados cuando esto era un lujo. La gente le quería. El día de su cumpleaños [19 de marzo] iba a felicitarle todo el mundo. Hacía favores sin esperar nada a cambio".

Patente de Cartonajes Suñer Hermanos, 1969

En agosto de 1971 los negocios de Luis Suñer Sanchis se expandieron más allá de las aves, que seguían en funcionamiento: "La Factoría número Uno, de siete plantas, está destinada a la incubación de los pollos y primera edad de los Broiler". Luis Suñer Sanchis había cumplido sesenta años, de los cuales llevaba cincuenta dedicados a su empresa. En aquel año el empresario, diversificando sus negocios, mantuvo los cartonajes y los pollos y abrió una tercera industria, la de los helados. Se trataba de una antigua idea que su hijo Luis Suñer Picó tuvo antes de morir, años antes. Esta fábrica de helados es la única de las tres líneas de negocio que se mantiene en 2020. Las instalaciones construidas e inauguradas en 1971, que fueron abandonadas a finales del siglo XX por su obsolescencia, siguen en pie en 2022.

La Vanguardia, 31 de julio de 1971

La inauguración fue cubierta por La Vanguardia Española, que el 5 de agosto de 1971 describía: "esta nueva factoría cuenta con unas instalaciones totalmente automáticas, de acero inoxidable, es decir, que no interviene en los fabricados la mano del hombre. Todos los helados están pasteurizados y homogeneizados, contando para dicho fin con tres pasteurizadores". La estrategia empresarial de Avidesa Helados fue, según el historiador Ramiro Reig Armero, "una estrategia de contacto directo con los vendedores a los que ofrecía notables ventajas. En poco tiempo pasó a ser líder del sector con un 25 por ciento de cuota de mercado".

Avidesa, factoría de helados, agosto de 1971

Esta otra sede fue también abandonada, aunque la actividad heladera se trasladó a una sede inmediatamente colindante más grande y moderna, que siguió operativa aunque en manos de otros propietarios: Ice Cream Factory Comaker, sociedad anónima, quienes la vendieron en noviembre de 2021 a Helados de Ferrero Rocher.

Imagen promocional de las instalaciones de la fábrica de helados hacia 1980

Vemos en esta otra imagen el mismo lugar, ya abandonado, en 2021:

Factoría heladera de Avidesa inaugurada en 1971, abandonada, en 2020

En el discurso que inauguró la nueva fábrica de helados Luis Suñer pronunció estas palabras: "Alguien se preguntará, por qué y para qué se instalaron estas industrias en Alzira. Si nos hubiéramos dejado llevar por el asesoramiento de las ciencias económicas modernas y no con el corazón, hoy estas instalaciones se hallarían en otras zonas donde los terrenos son más baratos y se hallan más “protegidos”. Pero somos regionalistas y amamos nuestra tierra, aunque este amor a nuestra región es sano, limpio y sereno; porque no concebimos a Valencia sin España, como tampoco concebimos a España sin Valencia". En su discurso hace referencia a la firme decisión de Luis Suñer de no instalar sus negocios en otros lugares (puerto de Valencia) con mejores posibilidades industriales, sino a optar por Alzira por su compromiso con esta ciudad.

Inauguración de la Factoría Cinco de Avidesa, 1971

Sobre los inicios de esta industria heladera, Luis Ignacio Marchesi explica: "al principio [1971] tuvo que hacerse un hueco en un mercado con grandes marcas, mientras que Avidesa era una desconocida. Pero a don Luis se le ocurrió la manera de que los comercios compraran sus helados y fue regalando los congeladores. Se llenó de clientes en cuatro días. Recuerdo que me contó la forma de saber si un helado es bueno o no: "si después de tomarte un helado tienes sed, el helado no es bueno". Los de Avidesa nunca me dieron sed".

Catálogo de Avidesa hacia 1970

En 1971 el semanario La Voz del Júcar recogió estas declaraciones del empresario: "Soy muy alcireño, esto es algo que nunca me cansaré de repetir (...). Porque quiero a mi tierra, aquí estoy, para contribuir a que el nombre de Alcira suene, para procurar la elevación del nivel de vida de muchos". En efecto lo fue. Tuvo oportunidades de instalar sus negocios fuera de su ciudad, en zonas de mayor industria y mejores servicios en aquella época, pero no lo hizo. Creó empleo y dinamizó la economía en su ciudad natal. Especialmente destacable es el hecho de que sus empresas absorbieron gran cantidad de mano de obra no cualificada que abandonaba forzosamente el campo debido a su mecanización. La crisis del sector naranjero a mediados del siglo XX fue menos grave en Alzira gracias a que cientos de jornaleros que eran sustituidos por los nuevos tractores mecanizados encontraban un empleo en la industria.

Solo un año más tarde, en 1972, Luis Suñer Sanchis encargaba el diseño y construcción de un moderno estadio de fútbol para el equipo local en una zona a las afueras de la ciudad, la partida de Jíjara o Xixerà. El nombre del estadio llevaría el de su hijo fallecido, Luis Suñer Picó entonces ocho años antes, para recordar su memoria.

Estadio Luis Suñer Picó, 2020

También en 1972 Luis Suñer Sanchis apadrinó la inauguración del Teléfono de la Esperanza en Valencia, un servicio entonces pionero para la atención telefónica, por psicólogos voluntarios, a personas con trastornos de autoestima o ideas suicidas que requieren ayuda y la reciben de forma gratuita. El patrocinio de equipos deportivos por parte de Avidesa estuvo siempre presente en Alzira, no sólo en el fútbol (Avidesa Atlético y Mundial 82) sino también el balonmano, el baloncesto y las carreras de motos (Escudería Avidesa). Además sus anuncios pagados estuvieron siempre presentes en las publicaciones de aquellos años de todas las comisiones falleras y agrupaciones sociales de Alzira.

Patrocinios de Avidesa (Falla El Mercat, 2020)

Además en 1972 Luis Suñer dejó su nombre escrito para la posteridad de la ciudad de Alzira. Su yerno, Adrián Campos Bialcanet, fue designado presidente del Club desde aquel año. Fue descrito por Alfonso Rovira con estas palabras: "en la obra del Club de Tenis Alzira, situado en la Colonia Montealegre, privilegiado balcón sobre el frondoso Valle de La Murta, se invirtieron veinticuatro millones de pesetas. Este gran complejo deportivo contaba en el momento de su inauguración con cinco pistas reglamentarias de tenis, todas ellas perfectamente iluminadas y con un amplio graderío para contemplar las competiciones". El Club de Tenis fue construido en la colina de El Respirall, entre el chalet de la familia Suñer y la Factoría Uno de Avidesa. En la actualidad continua en activo funcionamiento. 

Inauguración del Club de Tenis de Alzira, 22 de diciembre de 1972 (Luis Suñer en el centro)

Fuentes:
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  22. Los secuestradores todavía no han dado a conocer sus pretensiones. (15 de enero de 1981). La Vanguardia.
  23. Los secuestrados de ETA no olvidan su cautiverio. (31 de diciembre de 1982). La Vanguardia.
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