Continuación de la primera parte de: La familia Suñer en Alzira (Parte 1/2)
Luis Suñer Sanchis, 1981 |
Las empresas de Luis Suñer vivían su época dorada en las décadas de 1960 y 1970. La empresa automovilística fabricante de camiones de transporte industrial, Aeronáutica Industrial, S.A. (AISA), propietaria de la célebre marca de vehículos Avía, que se extendió en toda España entre 1957 y 1987, publicitaba con orgullo que eran los suministradores de camiones frigoríficos para los productos de Avidesa. En un anuncio publicitario de esta época podemos ver una imagen de la Factoría Tres de Avidesa.
En la década de 1970 Luis Suñer adquirió para sus desplazamientos un automóvil Rolls-Royce Silver Shadow, modelo de 1975, de importación británica, como el que vemos en la fotografía, que era conducido por un chófer de su confianza, José Yelo, aunque no empleaba escoltas ni ningún tipo de protección específica.
Rolls-Royce Silver Shadow (1975) |
La década de 1970 estuvo marcada por la ralentización económica de los negocios, aunque continuaron siendo sólidos referentes de la industria española nacional. Esta época se caracteriza por los cambios que las empresas Suñer tuvieron que afrontar a nivel sindical y los desafíos que supuso la recién inaugurada línea de producción de helados de Avidesa. Pero sobre todo la familia Suñer quedó marcada por el fallecimiento, el 4 de julio de 1974, de la esposa del empresario, Carmen Picó Sáenz, con solo 60 años de edad.
Luis Suñer Sanchis promovió además, años después de la pérdida de su primera esposa, la construcción de un centro, la Residencia Carmen Picó, para personas con discapacidad intelectual grave o severa. El edificio principal se compone de un cuerpo de planta cuadrada que tiene sótano, planta baja y dos plantas y que tiene un uso fundamentalmente administrativo, si bien parte de la planta baja está ocupada por el comedor principal de los residentes. Este cuerpo está pegado a un edificio longitudinal de una sola altura que alberga todos los espacios de uso diurno de los residentes, como son las salas de actividad, la sala de rehabilitación y la piscina. Para ello donó al Ayuntamiento de Alzira algunos terrenos de su propiedad en la partida de Xixerà, muy próximo al estadio de fútbol Luis Suñer Picó. También en este área de la periferia de Alzira hizo donación de un terreno para la construcción del Centro Integrado Público de Formación Profesional (CIPFP) Luis Suñer Sanchis, situado en la Avenida de los Deportes, 77. Tenemos, a través del testimonio de Eduardo Doménech Sendra (1949), un consejo que Luis Suñer Sanchis le dio en una ocasión, cuando comenzó a trabajar para él en 1971: "Uno se supera en la vida hasta que se endiosa o se lo cree".
La muerte del dictador y Jefe del Estado Francisco Franco en noviembre de 1975 abocó a España al periodo de transición a la democracia, hasta la aprobación de la Constitución de diciembre de 1978. Durante este periodo y el inicio de la década de 1980 el sindicalismo creció como una poderosa fuerza reconocida en la Constitución. Según José Palacios Boquera (1934-2016), ejecutivo de Avidesa en esos años y mano derecha de la familia Suñer, "Luis Suñer siempre recordó que, aunque por poco tiempo, había sido trabajador en una empresa, Monfort y Peris –La Cotonera–, y que también había sufrido momentos no gratos. Comprendía y respetaba al mundo laboral y las reivindicaciones sindicales aunque, en ocasiones, no pudiera atender estas últimas, quizá, por cierta mala experiencia que sufrió. Por otra parte, los trabajadores e incluso los empresarios, sufrimos, al no estar preparados, el cambio radical de un sindicato vertical a la libre sindicación. Hubo voluntad y mucho esfuerzo de adaptación al nuevo modelo de relaciones laborales y sindicales, aunque no era fácil".
Así lo declaró en el diario El Seis Doble el 1 de mayo de 2007. Desconocemos más información acerca del accidente referido por José Palacios Boquera y sobre los conflictos sindicales de las empresas Suñer en aquellos años.
José Palacios Boquera abraza a Carmen Suñer Picó, 2010, en el centenario del nacimiento de Luis Suñer Sanchis |
A su muerte en 2016, a los 82 años, el periódico Levante EMV publicaría estas palabras: "Su hoja de servicios es inacabable y está repleta de éxitos muy reconocibles pero también de secretos que se llevará a la tumba. Valía tanto por lo que decía como por lo que callaba. Siempre estuvo en primera linea y conoció al detalle la tramoya que se escondía tras cada episodio de la crónica local (...) cuanto tocó dar la cara para saciar la curiosidad periodística durante el largo secuestro del mítico empresario alzireño por parte de ETA, recurrió a su proverbial habilidad para salir airoso de todos los trances".
Regresemos a la factoría Uno de Avidesa (Avícolas y Derivados, sociedad anónima), en El Respirall. A mediados de la década de 1970 se produjo un estancamiento en la actividad económica. La situación de las empresas Suñer hasta entonces había sido difícilmente mejorable. El 5 de agosto de 1971 La Vanguardia Española describía así el estado del negocio: "industrializar la avicultura ha sido el programa de AVIDESA, desde su nacimiento [en 1958] y para ello ha diversificado la presentación del pollo; ha montado una red frigorífica de 68 puntos en la Península, islas y provincias de África [Ceuta y Melilla]; tiene camiones frigoríficos de gran tonelaje; centenares de vehículos de reparto con frío a base de placas auténticas y miles y miles de congeladores, creyendo con ello haber colaborado a la política de desarrollo del país". Las empresas de Luis Suñer empleaban "sólo en Alcira, entre las siete factorías da AVIDESA y Cartonajes Suñer, 1.500 personas, en su inmensa mayoría alcireños".
Gran aficionado al fútbol y socio del Valencia Club de Fútbol desde su juventud, Luis Suñer Sanchis se hizo cargo en 1963, junto con su hijo Luis Suñer Picó, del equipo de fútbol local, Unión Deportiva Alzira, fundado en 1946, que atravesaba un momento económicamente delicado. Su hijo, Luis Suñer Picó, apasionado del fútbol como su padre, logró mejorar las finanzas del equipo y aquella temporada el club alcanzó el título de subcampeón de la Liga. Esta suerte se vería truncada con el fallecimiento de Luis Suñer Picó el 15 de enero de 1964.
Luis Suñer Sanchis, no obstante, seguiría muy comprometido con el deporte local. En 1969 tras recibir la visita de algunos trabajadores aficionados al baloncesto decidió apoyar la creación del Avidesa Club Baloncesto (1969-1976), que terminó desvinculándose de la empresa algunos años después, cuando ya tenía mayor trayectoria, y pasó a denominarse Club Baloncesto Alcira.
En 1971, además de dirigir Unión Deportiva Alzira, Luis Suñer Sanchis creó un nuevo equipo, el Avidesa Atlético, contando entre otros jugadores con trabajadores de la propia empresa. Sin embargo en la temporada 1976-1977 el Avidesa Atlético igualó al Unión Deportiva Alzira y ambos clubes compitieron en Alzira. Aquel partido provocó discordias entre sus respectivos seguidores y un mal ambiente generalizado, poco deportivo, que llevó a Luis Suñer Sanchis tomar la decisión de disolver su propio equipo para respetar al Unión Deportiva Alzira. Precisamente en la última temporada de su existencia, 1977-1978 el yerno de Luis Suñer Sanchis, Adrián Campos Bialcanet, entonces de 41 años, ocupó el cargo de directivo del equipo Unión Deportiva Alzira.
En aquella época el negocio de la carne de pollo comenzaba a declinar. Como escribió el historiador Ramiro Reig Armero, "Avidesa fue pionera en el tratamiento de alimentos congelados y dominó este sector durante una década, hasta que la abundancia de imitadores hizo caer los precios y la convirtió, ya en los años 70, en poco rentable".
Otro proyecto empresarial de Luis Suñer Sanchis fue la compra de Papensa, Papelera de Exportadores de Naranjas sociedad anónima. Esta empresa, constituida el 19 de diciembre de 1940, pertenecía a un grupo de socios alzireños y fabricaba el papel de seda que durante décadas servía para envolver las naranjas que se exportaban a nivel nacional e internacional. Luis Suñer Sanchis adquirió en 1976 algunas acciones, que fue ampliando hasta convertirse en pocos meses en el socio mayoritario. La empresa empleaba a más de cien trabajadores y atravesaba un periodo de declive, pues el uso de nuevos materiales plásticos estaba desplazando entonces la demanda de papel de seda.
Instalaciones de Papensa en Alzira hacia 1970. Al fondo, el Molino de Fus. |
En palabras del cronista alzireño Alfonso Rovira, "disponía de maquinaria y utillaje para la fabricación de papeles finos denominados sedas". Según su testimonio, Luis Suñer Sanchis se dedicó a "potenciar la industria a artículos de un solo uso, como servilletas y manteles (...). Los primitivos socios, exportadores, se negaron a invertir en el negocio, decayendo poco a poco la industria". Luis Suñer Sanchis seguramente se arrepintió de esta compra, pues la empresa ya no tuvo beneficios, lastró al resto de sus negocios, y en 1988 terminaría vendiéndola cuando ya estaba condenada al cierre definitivo. Como vemos en la imagen de 2020 a continuación, hoy las ruinas de Papensa están junto a los almacenes de la cooperativa naranjera u hortofrutícola local, Alzicoop.
Instalaciones de Papensa en 2020, ya abandonadas (centro de la imagen) |
En 1976 Luis Suñer Sanchis costeó de su bolsillo el nuevo laboratorio de análisis clínicos del hospital municipal Santa Lucía. Por otra parte, tras enviudar Luis Suñer se casó nuevamente con su nueva esposa en 1977, treinta años menor, de quien ya no tuvo descendencia. Durante esta última etapa de su vida el aperturismo económico de España a mercados internacionales, la incipiente globalización y los cambios en el mercado pasaron factura a las empresas de Luis Suñer, que cambiaron los años de crecimiento y expansión por un nuevo contexto de estabilidad. El antiguo empleado de Luis Suñer, Luis Ignacio Marchesi narraba que "el pollo cada vez se vendía más barato porque cayó su consumo. Luego vino la idea del precocinado en 1982, pero no funcionó. Quizás por ser demasiado pionero en el tema y que la gente no estaba acostumbrada, y no se terminó de encontrar el punto de sabor".
En 1982 el propio Luis Suñer reconoció que Avidesa Pollos había perdido mil millones de pesetas desde el año 1976. La solución que tomó fue diversificar la actividad de la factoría a los platos precocinados, pero no tuvo éxito. En este punto la historia del edificio se vincula estrechamente a los últimos años de vida del empresario. Ocurrió que en 1979 se publicó la lista de mayores contribuyentes a la Hacienda Pública del país, y Luis Suñer apareció en primer lugar (a pesar de que según "Història d'Alzira. Geografia Física i Humana. Art i Patrimoni Cultural", no era así). En 1979 fue noticia la declaración de la renta personal de Luis Suñer en el año anterior. En las páginas económicas de la prensa española se repitió la noticia de que el empresario había sido el que más ingresos había declarado en España, con 448 millones de pesetas, quedando su yerno Adrián Campos Bialcanet (1936-2017) en una posición también destacada, con 235 millones.
Cartel publicitario de Avidesa en una calle de un municipio andaluz |
Luis Suñer afirmó al respecto que “soy el empresario que más ha declarado, pero no el más rico”. Su filosofía empresarial se resume en sus siguientes declaraciones a La Actualidad: “Nada hay más injusto que condenar a un empresario por el hecho de que gane dinero. ¿Para qué cree usted que quiero ganarlo yo? para invertirlo, para que mi vida y la de la gente que trabaja conmigo sea mejor; yo no me llevaré ni un duro al cementerio... Pero eso de querer hacer cosas por los trabajadores se llama ahora paternalismo. Ya ve usted. Por este despacho han pasado empleados de todas las categorías, de las más altas a las más bajas, pidiendo dinero para médicos, para operaciones de la mujer o los hijos, para comprarse un coche o una casa".
El empresario continuaba: "Nunca se lo he negado; unas veces lo han devuelto a la empresa y otras, no... Por este despacho sigue desfilando gente de todas las ideologías para solicitar ayuda. Y a mí me parece natural. Yo he trabajado mucho, muchísimo, y no me arrepiento; porque lo importante, tanto para un empresario, como para un trabajador, es que uno acierte con su vocación, con lo que le gusta. Yo acerté y seguiré emprendiendo cosas hasta que me entierren. Ahora, eso sí, haré empresas con mi dinero, sin pedir un duro a los bancos”.
En asuntos económicos su contable Luis Ignacio Marchesi explicaba: "era una persona que si le pedías dinero, sabías hacerlo y eras simpático y agradable, le engañabas como a un chino. No le puedo ni contar la de gente que le ha engañado en esta vida".
Las oficinas y edificios de producción se mantuvieron en uso y en la actualidad continúan operativas. En esta imagen los vemos a principios de la década de 1980. Para el inicio de 1980 Avidesa contaba con 1.500 trabajadores, cifra que se duplicaba en verano y sus delegaciones comerciales en toda España sumaban sesenta.
El año 1981 sería trágico para la familia Suñer debido a un suceso de doloroso recuerdo, una de las noticias del año en toda España, ocupando titulares durante varios meses en la prensa escrita, y minutos de atención en los informativos de la televisión y las emisoras de radio. El empresario fue secuestrado por la banda terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna, en vasco, y País Vasco y Libertad, en castellano).
Atentado con bomba perpetrado por ETA en 1980 |
Eran las nueve menos diez de la noche del martes 13 de enero. Una borrasca cubría la costa mediterránea y el cielo había mostrado nubes grises durante todo el día, aunque sin decidirse a llover. La provincia de Valencia estaba prácticamente aislada al norte, con Castellón, Teruel y Cuenca, por la nieve que cubría cientos de kilómetros de carreteras. El viento frío barría la península de norte a sur. Aquella mañana, como todas, Luis Suñer abandonó el chalet de la urbanización El Respirall de Alzira, en el que residía con su esposa y su hija, y se desplazó a su despacho como cada mañana a Cartonajes, donde estuvo hasta el mediodía. Después de comer marchó a Avidesa, en El Respirall.
Una zona elevada, en el monte del mismo nombre, dotada de una única carretera de dos sentidos que comunica Alzira por el sur, y que al norte da acceso relativamente rápido a las carreteras de las playas de Cullera, El Saler, o la ciudad de Valencia. Los secuestradores habían planificado cada movimiento hasta el último detalle y esperaban en su vehículo, mientras caía la noche de aquel día breve de enero en aquel paraje solitario a esas horas, a que su víctima, de costumbres tan regulares como predecibles, se encontrase vulnerable.
Despacho de Luis Suñer el día siguiente a su secuestro, 14 de enero de 1981, diario ABC |
En el momento del secuestro se encontraba con Luis Suñer un grupo de directivos de Avidesa que, maniatados, fueron introducidos en una habitación próxima al despacho y advertidos de que no abandonaran su encierro hasta pasada la una de la madrugada, hora en que quedaría desactivada la carga explosiva que, supuestamente, habían colocado en la puerta. Los seis directivos que acompañaban a Suñer en el momento del secuestro, lograron liberarse y saltar por la ventana, dando aviso a la Policía.
Las Provincias, enero de 1981 |
El 13 de enero de 1981 Luis Suñer fue secuestrado en Alzira por la banda terrorista ETA. El día siguiente La Vanguardia publicaba la noticia en primera plana: “Luis Suñer Sanchis, industrial alcireño y propietario de las firmas Avidesa y Cartonajes Suñer, fue secuestrado minutos antes de las nueve de la noche, por unos desconocidos que le abordaron en su despacho de trabajo, en la localidad valenciana de Alcira. Según informaciones que todavía no han sido confirmadas oficialmente, los delincuentes obligaron el señor Suñer a abandonar su despacho, amenazándole de que habían colocado una bomba que iba a explosionar en cualquier momento. Hasta el momento, la Policía Local no ha facilitado más informaciones sobre el suceso. No obstante, portavoces policiales confirmaron la consumación del secuestro, sin precisar más datos”.
Como más tarde, el 11 de marzo recapitularía La Vanguardia, “El secuestro de Suñer se realizó con una facilidad y limpieza asombrosas. No hubo ningún problema para los asaltantes. Entrar en las factorías de Avidesa o Cartonajes, ubicadas en Alcira, no era una hazaña; todas las puertas estaban abiertas. Localizar a Luis Suñer tampoco era una aventura”. José Palacios Boquera, portavoz de la familia durante el secuestro ante la prensa y los secuestradores, describía en aquellos días sus costumbres, que los secuestradores de ETA habían vigilado a conciencia mientras planificaban su crimen: “Hacía una vida muy metódica. Se levantaba temprano y de 9 de las mañana a 2 de la tarde atendía los negocios en su despacho de Cartonajes, y de 4 de la tarde a 9 de la noche, iba a Avidesa, todos los días de la semana, excepto los sábados y domingos, que los dedicaba a la familia y a sus amigos. Además, todos los domingos y festivos, lloviera o hiciera sol, acudía al cementerio para orar, en el mausoleo familiar, ante las tumbas de sus padres, de su primera esposa y de su único hijo varón, muerto en accidente. Solía acudir sólo —le acompañaba, desde luego su chófer— y a veces iba con su hija, María del Carmen [Suñer Picó]. Era un fácil objetivo. Lo extraño es que no le haya ocurrido antes, y eso que se lo habíamos advertido. Pero él no quería protección”. También ejerció un papel relevante en los tres meses del secuestro quien era el contable y economista desde hacía entonces catorce años, Luis Ignacio Marchesi. Durante aquellos meses fue la hija del empresario, María del Carmen Suñer Picó, entonces de cuarenta años, quien tomó la dirección empresarial.
El 15 de enero de 1981, en unas horas que eran angustiosas para Alzira y los Suñer, La Vanguardia titulaba: “Los secuestradores todavía no han dado a conocer sus pretensiones”. Y explicaba: “Luis Suñer Sanchis, director de Avidesa, fue secuestrado a las 20:45 horas de ayer, continúa sin aparecer, mientras que la familia espera, impacientemente noticias suyas. El hecho ocurrió hacia las 9 de la noche, en que cinco individuos —uno parecía ser mujer— encapuchados y armados con dos metralletas y dos pistolas entraron en la factoría de Avidesa en Alcira. Una sexta persona podía estar esperando al volante de un automóvil. Al ser denunciado el hecho se dijo que los secuestradores tenían un acento no valenciano. Cuando se marcharon dejaron un paquete en la puerta de la factoría atado con una cuerda y dijeron que no saliese nadie porque hasta la una de la madrugada quedaba activado un artefacto. Poco después de ocurrido el hecho, las personas que habían quedado maniatadas lograron desatarse y salieron al exterior por un ventanal, dando cuenta de lo ocurrido a la policía".
Según La Vanguardia a la factoría acudieron fuerzas de la policía y artificieros que procedieron a investigar la naturaleza del paquete, que al parecer era una caja de galletas. Nada más conocerse el secuestro fueron montados los oportunos controles policiales y de la Guardia Civil y GEO en toda la zona. "Yo estaba allí, en el despacho del señor Suñer, cuando entraron unos seis individuos encapuchados, que maniataron a las personas que allí nos encontrábamos y se lo llevaron", manifestó José Palacios Boquera, empleado de Avidesa.
Preguntado por los probables autores del secuestro, el señor Palacios, que se encontraba en el domicilio del propietario de la empresa en Alzira, junto con su familia y autoridades de la localidad, dijo: "No tenemos ni idea. El señor Suñer no tiene ningún cariz político, ni ningún problema laboral en su empresa. Es un hombre —siguió diciendo— que nació para trabajar. Es muy ordenado en su trabajo y reside habitualmente en un chalet cercano a la fábrica principal, en Alcira, localidad donde es muy querido. Su nieta fue reina de las fiestas de Alcira hace varios años”. Según algunas declaraciones de los empleados maniatados uno de los asaltantes habló con acento presumiblemente vascuence.
Otro testimonio avala la pasión de Luis Suñer Sanchis por el trabajo. Se trata del veterinario titular e inspector de Sanidad de Alzira entre 1982 y 1995, Gumersindo Galán Jiménez (1930-2013) que trató con Luis Suñer en diversas ocasiones, después de su secuestro y hasta su fallecimiento, y que verificó los requisitos sanitarios de Avidesa. "Su familia le convenció para que les acompañase a unas vacaciones a Suiza y él accedió, pero pronto regresó", relata este testimonio. El empresario dijo: "yo ya he visto Suiza, es muy bonito, pero con un día y medio me sobra. Me vuelvo a mi empresa". También, según este testimonio, el secuestro le afectó muy duramente porque además de las secuelas psicológicas, los tres meses que permaneció secuestrado (los dos primeros en un zulo de menos de dos metros de ancho) "casi se le olvidó caminar".
Esta declaración, además de la ola de secuestros que ETA había cometido en años previos a otros empresarios, despertó las sospechas de que la banda terrorista independentista vasca estuviese detrás del crimen.
En los primeros momentos del secuestro, y durante las siguientes semanas fue José Palacios Boquera, director adjunto de Avidesa, quien asumió el papel de portavoz de la familia Suñer. Su mano derecha afirmaba: “No creemos que tuviera enemigos. Nunca había tenido problemas laborales; ya sabe que era un empresario ejemplar, y ayudaba incluso a personas ajenas a sus negocios. Que sepamos, tampoco se le conocían enemigos. Yo soy el encargado de abrir el correo y nunca recibió amenazas”.
El 17 de enero de 1981 La Vanguardia, informaba de que ETA desmentía, por el momento, su participación en los hechos: “Parece descartarse la participación de ETA. A últimas horas de Ja noche, la organización ETA Político Militar ha desmentido, en un comunicado de Radio Popular de San Sebastián, su participación en el secuestro del industrial Luis Suñer y declarado falsas las comunicaciones que atribuían a dicha organización el atentado”. Esta afirmación falsa trataba de desmentir la afirmación dada por “un comunicante anónimo que llamaba por teléfono al Centro Operativo de Servicios de la Guardia Civil” el 16 de enero a primera hora de la mañana, confirmando que ETA Político Militar era la autora del secuestro de Suñer, como ya se había anunciado anoche [15 de enero] en los periódicos vascos Dela y Diario Vasco. “El comunicante aseguraba que el secuestrado se encontraba bien y que la liberación se había fijado en doscientos millones de pesetas y que mañana se comunicaría cómo habían de ser pagadas”. En la tarde del 16 de enero, según informaba La Vanguardia el día siguiente, “la secretaria de Estado para la Información, Rosa Posada, en su habitual rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, manifestaba que en principio, y de acuerdo con los datos que poseían, parecía que el secuestro del industrial Luis Suñer era obra de delincuentes comunes”.
El jueves 16 de enero se localizó por la policía el vehículo utilizado por los secuestradores. Había sido alquilado por un delincuente común no relacionado con ETA, lo que alimentó los rumores iniciales de que ETA no estaba implicada en el crimen.
El Consejo de Ministros del viernes 16 de enero, asimismo, concluyó que el Gobierno no negociaría la liberación con ETA, negando por tanto que se tratase como una cuestión de Estado. La Vanguardia del día siguiente informaba: “Afirmó rotundamente la señora Posada que el Gobierno no abonará los doscientos millones que los secuestradores piden por el rescato del industrial, manteniendo su decisión de no tratar con ninguna organización terrorista o de tipo similar”.
Aquel viernes 17 a última hora algunas fuentes policiales aseguraron a La Vanguardia que tenían motivos para suponer que los autores del secuestro “no pertenecen e ETA sino a una organización dedicada a la delincuencia de alto nivel”, y señalaban a la banda COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha), así como que el lugar donde permanecía Luis Suñer era uno de los chalets próximos a la ciudad de Alzira: “resulta difícil inspeccionar la zona, ya que existen numerosas urbanizaciones, con gran número de chalets”. En aquellas primeras horas eran continuos los controles de la Guardia Civil en las carreteras de la localidad y su provincia. “El despliegue policial fue Impresionante. En la búsqueda del industrial alcireño han participado una compañía de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil. Cuando se peinó un valle próximo a Tabernas de Valldigna, la Guarda Civil destacó una tercera compañía, así como tanquetas y perros adiestrados. Además, han intervenido especialistas en secuestros y policías de la Brigada Judicial y de Información de Madrid y de Valencia”.
El domingo 19 de enero a última hora la hipótesis de la Policía insistía en que ETA no estaba involucrada en el secuestro y que éste no tenía móvil político, sino económico. Como veremos después, solo la última afirmación era cierta, pues ETA había secuestrado a Luis Suñer para pedir un rescate. Pero en aquel momento la Policía descartaba, en declaraciones a La Vanguardia el lunes 20, “cualquier móvil político en el secuestro del industrial valenciano Luis Suñer, perpetrado hace cinco días, y tiene la convicción de que se trata de una acción de delincuentes comunes, aunque por el momento, no dispone de pistas fiables. A pesar de informaciones que indicaban contactos con los secuestrado res, fuentes oficiales niegan rotunda mente tales contactos y desautorizan tales noticias. En las últimas horas, se ha intensificado los controles en las carreteras valencianas”. Como anécdota, aquel día la Policía detuvo a un andaluz de 52 años y dedicado a la venta ambulante que se dedicaba aquellos días, desde Elda (Alicante) a llamar a la comisaría de Alzira para aportar pistas falsas, anónimamente, sin motivo concreto.
El miércoles 21 de enero, una semana después del secuestro, dos mil agentes policiales seguían la búsqueda activa del empresario.
El 25 de enero la angustia de la familia Suñer era máxima. Su portavoz, José Palacios Boquera, afirmaba a La Vanguardia “lo único importante es que tengamos la certeza de que don Luis está vivo y si se encuentra bien, que es algo que tememos. Luego, si hay que hablar de dinero, pues bien, hablaremos”. En aquel momento, “once días después del secuestro, el silencio oficial es absoluto sobre el estado de las investigaciones acerca del secuestro. Se ha podido saber que aún no hay ningún contacto con los secuestradores, y que las investigaciones prosiguen con la misma intensidad que en días anteriores, con controles de las fuerzas policiales”.
Esta misma angustia se refleja en el llamamiento público que la familia Suñer realizó en prensa (La Vanguardia) el 29 de enero: “Llamamiento a los secuestradores. Los familiares y amigos del industrial valenciano Luis Suñer, que se encuentra en paradero desconocido desde hace quince días, han hecho a primera hora de esta tarde un llamamiento a los secuestradores después de una reunión mantenida esta mañana. Es un llamamiento a la humanidad de los secuestradores. No importa quiénes sean, en el sentido de que, aunque confíen en que no habrá recibido malos tratos físicos o psíquicos. Temen una evolución irreparable debido tanto a su avanzada edad como a los trastornos cardio-circulares que padece. y que podría descompensar gravemente su salud, por la tensión psíquica que está sufriendo como por la alteración de la metódica vida que siempre ha llevado”.
Transcurría el tiempo y la actualidad dejaba en segundo lugar la atención mediática del secuestro, aunque seguían apareciendo desconcertantes noticias, como el caso de los falsos mensajes embotellados. El 12 de febrero La Vanguardia confirmaba su falsedad: “Las investigaciones realizadas en torno al mensaje encontrado en el interior de una botella que flotaba en aguas del puerto de Palamós han demostrado que es totalmente falso. Efectivamente, el nombre del yate qué se cita en el texto no existe entre los matriculados y las coordenadas que se indican para señalar la situación del mismo no corresponden a una situación marítima real, ya que fijan un punto del desierto del Sahara. Por otra parte, la familia del industrial secuestrado ha indicado que la letra del mensaje manuscrito no corresponde con la de don Luis Suñer”.
Dos días después, en San Valentín, precisamente un mes después del secuestro, se ampliaba esta información en La Vanguardia: “Los tres últimos mensajes falsos recibidos en distintos puntos del país estos días podrían ser obra de los secuestradores de Luis Suñer. Estos mensajes tendrían como fin el despistar a atención hacia otras zonas distintas de donde se produciría la liberación del industrial”. Tres sucesos habían ocurrido en las últimas horas: aparecía un pedazo de papel escrito dentro de una botella flotando en la costa de Gerona indicando que Luis Suñer se encontraba secuestrado en un yate; se anunciaba la inminente liberación del secuestrado en Chiva, y se alertaba en otra llamada de que el cadáver del secuestrado había sido abandonado en el monte Txindoki, del País Vasco. “Los tres anuncios falsos son considerados, no obstante, en algunos medios como una posible táctica para distraer la atención hacia puntos muy dispares, con el fin de evitar las vigilancias en el lugar donde, definitivamente, sea liberado el señor Suñer”. Sin embargo la realidad es que faltaban todavía dos meses aún para su liberación. La Cruz Roja y Amnistía Internacional se ofrecieron incondicionalmente para servir como mediadores entre la familia Suñer y los secuestradores pero no hubo resultados.
Congreso de los Diputados, Madrid, 23 de febrero de 1981 |
Eran tiempos convulsos en aquella España. El 23 de febrero de 1981 tuvo lugar en el Congreso de los Diputados, en Madrid, el fallido intento de golpe de Estado. Ello desencadenó por parte de la banda terrorista ETA el anuncio de que regresaban a la “lucha armada” y en los días siguientes se sucedieron los asesinatos terroristas contra políticos, guardias civiles y autoridades de todo tipo en España. Sin embargo el secuestro de Luis Suñer, ocurrido el 13 de enero, no encajaba con esa justificación de los terroristas. Por ello aún el 21 de marzo la banda terrorista seguía desmintiendo en sus comunicados que estuviese implicada en el crimen. Según La Vanguardia del 22 de marzo: “ETA ha desmentido su participación en el secuestro del industrial Luis Suñer”. En aquellos días se produjo la liberación del futbolista español del Barça C.F. en aquel momento, Enrique Castro González (1949-2018), aka Quini, secuestrado por dos delincuentes comunes el 1 de marzo al terminar un partido de fútbol, liberado por la policía tras la detención y confesión de uno de los secuestradores. También sería secuestrado en enero de 1982, esta vez por ETA, el médico Julio Iglesias Puga, detenido durante diecinueve días en una casa de Trasmoz hasta que fue liberado por la Policía gracias a la vinculación entre sus secuestradores con los de Luis Suñer, que ya estaban siendo investigados.
El 11 de marzo de 1981, al cumplirse los dos primeros meses del secuestro, los titulares rezaban tan solo: “sigue en paradero desconocido. Sólo hubo un primer y único contacto con los captores”.
La Vanguardia, 20 de marzo de 1981 |
El día 14 de abril, tres meses después del secuestro, La Vanguardia informaba de que según fuentes policiales “se supone que ETA está implicada en el secuestro, en operación conjunta con alguna banda de delincuentes comunes y miembros de la incipiente organización independentista Maulets. Este grupo valenciano, según las indicadas fuentes, se encuentra ahora en fase embrionaria de organización”.
La Vanguardia, 14 de abril de 1981 |
Para ese momento ya la Policía estaba “convencida de que la rama político-militar de ETA está implicada en el caso, añadiendo que así lo han asegurado, por otra parte, militantes de esta organización detenidos últimamente”. El comisario Manuel Ballesteros, jefe del mando antiterrorista, afirmaba que Luis Suñer se encontraba con vida, mientras que el portavoz de la familia, José Palacios Boquera declaraba que ningún representante de la policía ha informado a la familia del estado de las investigaciones.
El martes 14 de abril de 1981 durante la madrugada Luis Suñer fue liberado. El domingo 12 los secuestradores le habían quitado el reloj, por lo que, como declaró a La Vanguardia, “Si me preguntan quién me tenía, les diré que no sé quiénes son. El trato ha sido correcto, aunque siempre entraban y salían con la cara tapada, y, cuando el domingo me quitaron el reloj, comprendí que las negociaciones habían terminado y empezaba la cuenta atrás”. Aun entonces no se había confirmado la identidad de sus secuestradores, pero la Policía daba por segura la participación de ETA. “A la una y veintiocho [de la madrugada del 13 de abril], el portavoz de la familia José Palacios Boquera, respondió a una llamada anónima en la que se afirmaba que el industrial había sido dejado en el lugar en el que se le encontró. Poco después se recibió una llamada similar en la Comisaría de Logroño. La Policía le encontró en un saco de dormir, recostado en un árbol y descalzo”. La Vanguardia añadía más detalles: “Suñer vestía unos pantalones tejanos —que dijo que le quedaban justos, un jersey blanco y un anorak. A su llegada al centro asistencial pidió café con leche y pastas, afirmando que no había tomado nada caliente durante los primeros 73 días de su secuestro. A primera hora da la mañana, a las 5 y 37 minutos, emprendió viaje desde Logroño a Alcira, tras rechazar numerosos ofrecimientos pera que descansare entes de regresar a su domicilio”.
El 13 de enero de 1986 la Vanguardia facilitaría más información del secuestro de Luis Suñer. Como él mismo declaró “intentó comprar al etarra con el que mantenía mayor relación: “Le prometí que si me dejaba ir conseguiría para él una amnistía”. Esto nunca sucedió, pues los captores solo le dejaron ir previo pago del rescate de 325 millones de pesetas.
Sobre este episodio Luis Ignacio Marchesi, el economista de Luis Suñer que entonces tenía 36 años y llevaba catorce trabajando para Cartonajes Suñer, declara que "la negociación fue muy dura, muy desagradable, porque durante los tres meses que duró el secuestro se produjo el golpe de estado [del 23 de febrero de 1981] y paralizó las negociaciones. Al final, cuando se llegó a un acuerdo, me dijeron que necesitaban un mes para dejar al señor Suñer en condiciones de venir [a Alzira] porque había estado metido en un zulo de un metro y medio por dos de largo durante setenta días [era el 25 de marzo de 1981] y sin poder ponerse de pie. No sé cómo pudo aguantar aquello. Un día [era el 13 de abril de 1981], sonó el teléfono a las tres y media de la madrugada y una voz me dijo en qué punto de una carretera de Logroño lo habían soltado". El rescate de 350 millones de pesetas, inicialmente, se había fijado en 500, como recuerda Luis Ignacio Marchesi en una entrevista a Ribera News. "Como era tan desprendido dijo que sí a la primera cifra que le pidieron [500 millones de pesetas] y luego me tocó a mí convencerles de que no se podía pagar esa cantidad porque no teníamos ese dinero".
“Suñer telefoneó a su familia desde Logroño”, decía La Vanguardia el 15 de abril de 1981, “y según el doctor Guerra, que le atendió en la mencionada residencia sanitaria, dijo bromeando a su mujer: «Durante estos noventa días, te he seguido siendo fiel». El industrial llegó en un buen estado general, muy animado y contento de encontrarse con la Policía Nacional y sentirse seguro. «Nos impresionó —dijo el doctor Guerra— su buen estado de ánimo y su buen humor.» En la conversación telefónica con su mujer Suñer comentó que el cinturón se le había quedado más grande de lo normal”.
El empresario “fue abandonado la pasada madrugada en un saco de dormir en un punto próximo a la localidad de Alberite, situada a 7 kilómetros de Logroño. Tras ser atendido por un equipo médico en la residencia de la Seguridad Social de la capital, emprendió viaje de regreso a Alcira, donde fue recibido por centenares de vecinos —muchos de ellos trabajadores de sus empresas—, que se congregaron con pancartas ante su domicilio. Suñer tuvo que salir al balcón de su casa a saludar a la multitud”.
Bajo el titular "Alegría y dolor en un mismo día", La Vanguardia comunicó el 15 de abril de 1981 la liberación de Luis Suñer. Acompañaba la noticia, en primera plana del periódico, la fotografía de gran tamaño que mostraba al empresario saludando a todos los alzireños que acudieron a recibirlo al balcón de su vivienda, en la Avenida Santos Patronos. Aquel mismo día no obstante hubo que lamentar dos asesinatos precisamente de la banda terrorista ETA en España. Aquel día el presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo felicitó a Luis Suñer
La Vanguardia, 15 de abril de 1981 |
“El industrial apareció cansado”, según La Vanguardia, “agotado por la tensión de los tres meses que duró el secuestro y las horas del trayecto desde Logroño. Pese a su necesidad de descanso, los gritos de millares de personas le obligaron a salir al balcón de su casa. Emocionado por este caluroso recibimiento, salió y correspondió a los saludos de los congregados. En la calle, el gentío portaba pancartas, elaboradas urgentemente por la mañana por grupos de empresa, fallas y otras entidades locales, con textos como Benvingut a casa y otros similares”.
La actitud de Luis Suñer el día que regresó a Alzira se ejemplifica con una anécdota que recuerda su contable Luis Ignacio Marchesi, quien afirma que Luis Suñer bromeó al encontrarse con su familia: "pensé, a ver si llaman [los secuestradores] a [Luis Ignacio] Marchesi y está en el váter en ese momento, no coge el teléfono y no vienen a por mí [a Logroño]".
Luis Suñer fue recibido en su domicilio de la Avenida Santos Patronos por multitudes de alzireños a quienes se dirigió con estas palabras: “Creo que estoy sano. No tengo, según dicen, ningún defecto. Lo más grave ha sido ml incomunicación con la familia. Estoy muy agradecido a mi ciudad, que ha demostrado que me quiere. He hecho todo lo que he podido por Alcira; pero, si puedo, aún haré más”.
La noticia de la liberación colmó las primeras planas de la prensa española, junto con la noticia del aterrizaje exitoso de la misión estadounidense del transbordador Columbia en el desierto de Mojave (California, Estados Unidos) tras un vuelo experimental de 54 horas orbitando a la Tierra. En la rueda de prensa ofrecida tras la liberación, según La Vanguardia del miércoles 15 de abril, “el portavoz de la familia Suñer, José Palacios Boquera, negó que se hubiera pagado rescate alguno”.
Las Provincias, 15 de abril de 1981 |
Fue un mes mas tarde cuando se difundió por la prensa española que la familia había pagado a los secuestradores 350 millones de pesetas. Este dato sería oficialmente confirmado por el Gobierno el 26 de septiembre de 1981.
La detención de los secuestradores tuvo lugar el 16 de mayo, según informó el día siguiente La Vanguardia, cuando dos de ellos se presentaron en un banco de Toulouse para cambiar una gran cantidad de billetes de banco españoles que habían sido marcados por la Policía antes de pagar el rescate: “Los dos hombres, tras resultar sospechosos a los empicados del banco, fueron interrogados por la policía local y por miembros de le Oficina Central de Represión de la Delincuencia que llegaron a Toulouse el mismo jueves por la noche. Existe un absoluto mutismo en torno al tema y, al parecer, los dos sospechosos han comparecido al mediodía de hoy ante les autoridades judiciales de Toulouse”.
Meses después de su liberación, el 31 de diciembre de 1982, La Vanguardia publicaba, con ocasión de un reportaje sobre las experiencias de empresarios españoles víctimas de secuestros de ETA, cuál era la forma en que Luis Suñer veía su secuestro en ese momento. Deseaba olvidarlo: “Algunos dicen que no quieren volver la vista atrás, como es el caso del industrial valenciano Luis Suñer”. Lo cierto es que después del secuestro Luis Suñer Sanchis, que empezó a usar bastón a sus 72 años, comenzó a aparecer en público acompañado por cuatro escoltas encargados de velar por su seguridad personal.
El 21 de julio de 1982 Luis Suñer recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, en un acto público que se celebró en Alzira con la participación del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Santiago Rodríguez Miranda. Sus empresas habían adquirido la importancia suficiente en España para motivar que Avidesa fuese la patrocinadora oficial del Mundial de Fútbol de 1982.
Avidesa, 1982 |
La buena salud del grupo empresarial, y la capacidad de liderazgo de Luis Suñer Sanchis, se demostró nuevamente ese mismo año cuando en octubre de 1982 la población de Alzira quedó arrasada por las inundaciones de la Pantanada de Tous, al desbordarse dicho pantano y el río Júcar. El 19 de octubre de 1982 empezaron las primeras lluvias a lo largo de la costa mediterránea. La noche del 19 al 20 de octubre las lluvias superaron los 100 mm en la mayor parte de la cuenca del Júcar y la presa de Tous comenzó a desbordarse. La presa se vino abajo hacia las 19:15 del 20 de octubre, originando una crecida con una punta de 16.000 m³/s, una de las mayores registradas en España, arrasando las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baja.
Según El País, "los trabajadores de las empresas Suñer -Papensa, Cartonajes Suñer y Avidesa- estaban cobrando, la nómina del mes el 30 de octubre del año pasado, 10 días después de la riada, en una ciudad llena de barro. Fueron, sin duda, de los pocos ciudadanos de Alcira que cobraron ese mes puntualmente. Una entidad bancaria, a través de la cual las empresas Suñer suelen realizar los pagos, envió desde Valencia un autobús para hacer efectivas las nóminas, ya que sus instalaciones en Alcira estaban tan inutilizadas como el resto de los establecimientos del pueblo".
El 23 de octubre de 1982 La Vanguardia informaba: “Los Reyes de España recorrieron ayer las zonas afectadas por las inundaciones, en especia Alcira, sin duda la población más siniestrada. Por otra parte, hoy se celebra en Madrid un Consejo de Ministros para tornar medidas urgentes, mientras las muestras de solidaridad y ayuda llegan desde toda España y de diversos organismos internacionales. La posibilidad de que se produzcan brotes epidémicos empieza a preocupar. Mantas y alimentos no perecederos son las necesidades inmediatas de los damnificados. Hay que hacer todo lo necesario para le reconstrucción: a los muertos ya no podemos volver a la vida, pero hay que ayudar a los damnificados y seguir adelante. Con estas palabras el rey don Juan Carlos animaba ayer a os ciudadanos de Alcira, refugiados en la zona alta de La Montañeta desde la noche del miércoles. La visita a mediodía del miércoles de Sus Majestades los Reyes a esta localidad ha puesto una nota de esperanza en los habitantes de la zona, la más dañada por la riada. Sus Majestades llegaron a Alzira a bordo de dos helicópteros pasadas las 12 de la mañana. En la zona conocida como La Montañeta fueron recibidos con vivas entrecortados por la emoción".
Continuaba así la narración de La Vanguardia: "Hemos perdido todo —le decía una mujer llorosa a don Juan Carlos—y ahora no tenemos nada. El Rey de España trataba de consolarla. Muchos de los presentes lloraban de impotencia. Alcira presentaba ayer un aspecto desolador. En algunas zonas aún hay más de un metro de agua. La fábrica de Avidesa, propiedad de Luis Suñer, una de las principales Industrias de la localidad, estaba completamente anegada. Los camiones de la empresa, estrellados unos contra otros, formaban un extraño rompecabezas. Fuerzas del Ejército, Cruz Roja, Policía, Guardia Civil y voluntarios trabajan en Alcira sin descanso. Los helicópteros vuelan ininterrumpidamente, traen víveres y medicinas, recogen enfermos y rescatan a quienes aún están en los tejados".
Repuesta Avidesa y Cartonajes Suñer de los efectos de la catástrofe natural, las empresas de Luis Suñer Sanchis vivieron años de estabilidad a lo largo de la década de 1980, mientras el empresario seguía al frente de sus negocios y defendiendo la política de diversificación de productos.
En octubre de 1982 aceptaba el cargo de directivo del club deportivo del Valencia Club de Fútbol, como informaba La Vanguardia: "El industrial valenciano, Luis Suñer, que pasó un largo secuestro en manos de ETA, ha aceptado ser miembro del consejo directivo del Valencia Club de Fútbol. Luis Suñer decidió aceptar el cargo tras una reunión mantenida ayer en Alcira, ciudad de donde es natural. Desde hace muchos años, el ahora miembro del consejo directivo del club valencianista, ha sido socio del mismo".
Sin embargo, por su avanzada edad, declinó este cargo meses después, tras la Pantanada de Tous. El 1 de marzo de 1983 La Vanguardia publicó: “Luis Suñer Sanchis no será presidente del Valencia C. F., pues ha declinado la Invitación que se le hizo en ese sentido tras la dimisión de José Ramos Costa. Según parece, le han impulsado a ello los informes que encargó sobre la situación económica y deportiva de la entidad y sus posibilidades de remontar el vuelo”.
Plaza de Cartonajes, agosto de 2022 |
En aquel tiempo Luis Suñer Sanchis estableció la costumbre de invitar a todos sus trabajadores a multitudinarias cenas de empresa por Navidad que incluían la presencia de sus parejas o esposos. Este evento se convirtió, hasta la muerte del empresario, en una pequeña tradición de la empresa. Otra anécdota que recuerdan sus trabajadores es la Navidad de 1982, cuando el empresario se presentó una noche a las cuatro de la madrugada, con bastón y escoltas, para visitar a las empleadas del turno de noche y saludarles personalmente.
En esta fotografía vemos las instalaciones de la empresa Cartonajes a finales de la década de 1980. La imagen pertenece a la colección de Mario Guillamón Vidal (1924-1990). Al fondo, sobre la colina de San Salvador, se observa el santuario de la Virgen del Lluch. También se aprecia a la derecha de la imagen la vivienda y dos palmeras del jardín del Huerto de López, todavía en pie.
Cartonajes Suñer, 15 de febrero de 1989 |
En los últimos años de la década de 1980, que fueron los últimos de la vida de Luis Suñer Sanchis, los negocios se diversificaron aún más. Además del negocio de los pollos de Avidesa y el de los helados de la misma marca, operaban las empresas Suñer Transport y la filial portuguesa Luis Suñer Portugal, Cartonajes Suñer y la empresa de embalajes Papensa, así como de la emisora Radio Color. Sin embargo finalizando la década Luis Suñer se deshizo de estos tres últimos, vendiéndolos a otros propietarios. En esos años los helados de Avidesa tenían como competidores directos a las marcas Frigo y Camy.
Las cosas no marchaban bien. Ya en 1982 las instalaciones de Papensa, Papelera de Exportadores de Naranjas, habían sufrido daños por la Pantanada de Tous, quedando inutilizados los motores de las máquinas, en los sótanos, pero el problema principal es que la empresa no era rentable debido a la cada vez menor demanda de su producto. Luis Suñer Sanchis, ya con 78 años, decidió que Papensa no era un negocio que encajara en su grupo empresarial y vendió las instalaciones a Gestiber en agosto de 1988. Esta operación era un requisito necesario, de saneamiento financiero, para que Avidesa saliese a Bolsa en octubre de 1989, pues Papensa era un negocio deficitario que provocaba en el grupo empresarial unas pérdidas totales de 350 millones de pesetas en 1988, de los cuales 150 millones eran por sí solos debidos a las pérdidas del propio negocio del papel de seda. En 1990 el nuevo comprador dejaría a Papensa en suspensión de pagos, por lo que cerró sus puertas y despidió a sus ciento seis empleados. Hoy Papensa es un conjunto de instalaciones abandonadas.
En cuanto a la etapa final de sus negocios, su economista y por entonces director general de Cartonajes Suñer, Luis Ignacio Marchesi recuerda: "el helado se estancó, los bancos dejaron de prestarle dinero, el pollo precocinado no iba y las inversiones se paralizaron. Entró la siguiente generación, quiso darle un vuelco, salió a Bolsa y luego Mercapital recompró las acciones y se quedó con la empresa. No aguantó la segunda generación, bien por falta de dinamismo en los herederos o porque es muy tentador rechazar determinadas ofertas".
La Vanguardia, 11 de octubre de 1989 |
En 1989 Avidesa salió a Bolsa. El 9 de diciembre de 1989 La Vanguardia publicaba: "La colocación de 650.000 acciones de Avidesa-Luis Suñer, 5. A., de 1.000 pesetas de valor nominal al 500 por ciento, quedó cubierta tres horas y media después de la apertura del plazo de compra".
Heladería Avidesa, abandonada, en diciembre de 2019 |
Un año antes de su muerte, el 17 de septiembre de 1989, Luis Suñer fue entrevistado por Ramón Alfil para el recién iniciado diario local, El Alfil. Posteriormente el periodista expresaría: "Un hombre que ha hecho tanto por Alzira es merecedor del recuerdo perpetuo y, hoy, los más jóvenes apenas saben nada de él. Don Luis, como popularmente le llamaban, se supo hacer digno de una memoria que permaneciera para siempre".
En abril de 1990 la información financiera de Avidesa era negativa, según los analistas de La Vanguardia: "Avidesa Luis Suñer, una de las empresas que se han incorporado más recientemente al mercado de valores, continúa dando disgustos a sus accionistas. La empresa familiar sobrepasa a diario sus topes mínimos del ejercicio, sin que se observen indicios de recuperación".
En los meses previos a su fallecimiento, según La Vanguardia, el grupo empresarial estaba en proceso de reestructuración tras su salida a Bolsa española: "Su nieto, Alberto Campos, ha asumido las funciones ejecutivas y ha llegado a un acuerdo con la sociedad de inversiones Mercapital. Para septiembre de 1991, está previsto que la familia pierda la mayoría accionarial de Avidesa y reduzca su participación al 45 por ciento, a no acudir a la conversión en acciones de las obligaciones que se emitirán el próximo otoño. Mercapital, que ahora controla el 23 por ciento, pasará a tener casi el 25 por ciento. El resto estará repartido en bolsa. El acuerdo prevé que la familia conserve la gestión". Este acuerdo con Mercacapital se pactó el 23 de julio de 1990, solo un mes antes de la muerte del empresario.
Luis Suñer en Alzira, a finales de la década de 1980 |
La vida de Luis Suñer Sanchis se apagó en su domicilio de la Avenida Santos Patronos de Alzira, La Vanguardia del 23 de agosto informó así: "falleció ayer a las 5 de la mañana en la localidad valenciana de Alcira como consecuencia de un infarto. Suñer, de 80 años, ya había sido hospitalizado el pasado mes de julio, a causa de una neumonía. El industrial fue enterrado ayer tarde en un acto multitudinario, al que acudieron centenares de empleados y vecinos de Alcira. Todos los comercios de la localidad cerraron en señal de duelo". Su nieto Alberto Campos Suñer, hijo de Carmen Suñer Picó y Adrián Campos Bialcanet, heredó las empresas. Otros hijos del matrimonio Suñer Picó-Campos Bialcanet fueron Carmen María, Adrián y Luis Campos Suñer.
La Vanguardia, 23 de agosto de 1990 |
Así recordaba en agosto de 2010, para El Seis Doble, el entierro del empresario el periodista alzireño Ramón Alfil: "El féretro salió desde su residencia veraniega en El Respirall para pasar por cada una de sus empresas en las que fue recibido por sus trabajadores. A continuación, el séquito se trasladó hasta el Ayuntamiento. De ahí, a la parroquia de Santa Catalina en donde se celebró la misa de corpore insepulto. Al finalizar, recorrió algunas de las principales calles de la localidad en su último recorrido por su ciudad antes de ser trasladado al cementerio municipal. Alzira, muchas veces injusta con él, parece que ha despertado y este año, aprovechando el centenario de su nacimiento [en 2010], le está rindiendo homenaje con la celebración de varios actos en su memoria organizados por una comisión de alzireños".
Factoría Cuatro de Avidesa (industria heladera) en 2020 |
Terminaba así la vida de un hombre que había cambiado para siempre la historia de Alzira. Así informó del hecho El País. "El industrial valenciano Luis Suñer (...) falleció ayer en Alzira (Valencia) a los 80 años de edad. Suñer murió en su chalé de Alzira por un paro cardíaco tras un proceso de neumonía. (...). Más de un millar de personas asistieron al sepelio. El féretro, acompañado. de la comitiva familiar, recorrió las factorías del grupo industrial de Suñer, donde las banderas de España, la Comunidad Valenciana y de la firma Luis Suñer ondeaban a media asta".
En los primeros años de la década de 1990 la factoría Uno de Avidesa cerró sus puertas y el edificio entró en una etapa de rápido abandono que lo llevó a la ruina. Otro nieto de Luis Suñer Sanchis, Adrián Campos Suñer (1960-2021) fue un piloto de automovilismo español, piloto de Fórmula 1 y pionero en España, fue el fundador de las escuderías Campos Racing y más tarde de HRT Formula 1 Team.
Cartel de la entrada principal de la Factoría Uno de Avidesa, abandonada, en 2010 |
Con motivo del veinte aniversario de su fallecimiento quien fue durante años su mano derecha, José Boquera Palacios, dedicó las siguientes palabras el 22 de agosto de 2010 en un artículo que firmó para El Seis Doble, diario digital de Alzira: "Hoy Alzira debe sentirse, no triste, sino orgullosa de contar entre sus hijos a un hombre de la calidad humana, cívica, social y con tesón en el trabajo que engrandeció nuestra ciudad con su mecenazgo y con la creación de puestos de trabajo. Estoy convencido que Luis Suñer hoy nos invitaría a amar y trabajar por Alzira y a recuperar ilusión e iniciativa por el bienestar de los ciudadanos, y más en las circunstancias actuales que estamos sufriendo [crisis económica de 2008-2012]". Como es natural quien fuera portavoz durante el secuestro en 1981 se refería en ese mismo periódico a este crimen explicando su omisión en el texto: "he decidido citar el secuestro lo menos posible y si fuere necesario con no demasiados detalles. Fue un hecho muy desagradable y con consecuencias".
Sobre las consecuencias del secuestro se pronunció Luis Ignacio Marchesi en una entrevista para Ribera News en 2018: "le afectó más de una manera psicológica que física. Pasó de un cierto anonimato fuera de aquí [Alzira] a la fama, le empiezan a llamar de todas partes, le paran por la calle. Se creció, se creyó como el rey Midas y no acertó en algunas cosas [negocios]. Su salud se fue deteriorando poco a poco".
Máquina heladera en la Factoría Cuatro de Avidesa, 2015 |
A estas consecuencias se refirió también el sacerdote e historiador valenciano Ramiro Reig Armero (1936-2018), citado por la Real Academia de la Historia, cuando afirmó que: "el secuestro le afectó seriamente, tanto física como psicológicamente, debilitando su salud y extremando los rasgos emocionales y autoritarios de su carácter. Sin un rumbo definido la situación de las empresas se fue deteriorando hasta [su] muerte". Según este historiador, tras la muerte del empresario "la familia (una hija y dos jóvenes nietos) no se mostró interesada en continuar su obra y encargó a una empresa especializada, Mercapital, la tarea de sanearlas y venderlas. Avidesa Pollos se cerró, Avidesa Helados pasó al grupo Netslé, que así se libraba de un molesto competidor, y Cartonajes Suñer fue adquirida por Lawson Mardon, una multinacional sueca".
El antiguo edificio de la Factoría Uno de Avidesa, la granja de pollos, fue cerrado definitivamente hacia 1990 y sin ningún uso o aprovechamiento desde entonces, pasó a manos de un banco mientras las golondrinas anidaban cada otoño en las cornisas, los abetos del jardín principal crecían silvestres y todo tipo de vegetación se adueñaba del silencio en sus pasillos, despachos y escaleras nunca más pisadas por ningún trabajador. Ningún Rolls-Royce volvería a estacionar en la plaza de aparcamiento reservada al director general y ningún 15 de enero se depositarían solemnemente flores ante la estatua de Luis Suñer Picó, el heredero que arrastró con su muerte prematura los sueños pendientes de su padre.
Interior de la Factoría Uno de Avidesa, en ruinas, en 2009 |
El Ayuntamiento de Alzira declaró estas instalaciones en estado de ruina, por lo que la entidad bancaria decidió derribarlo en 2018. Los alzireños que habían trabajado durante treinta años en esta granja de pollos y quienes durante los cincuenta y siete años que el edificio permaneció en pie lo vieron cada vez que recorrían la carretera de El Respirall habían fijado en su memoria su inmensa silueta ideada por un empresario que planeaba cada proyecto "a lo grande", según sus empleados, pero que también "bajaba a saludar a cada trabajador a la planta" y "prestaba dinero para que sus empleados comprasen su vivienda o su coche, se lo devolviesen o no después".
Factoría Uno de Avidesa, 2009 |
Aquel día el Ayuntamiento de Alzira publicó un comunicado de prensa a través de la Regidoría de Gestión Urbanística: "Ayer comenzaron las obras de derribo de la antigua granja de Avidesa, situada en la carretera del Respirall. Desde la regidoría de Gestión Urbanística hemos tramitado este expediente de aprobación del proyecto de demolición de este inmueble que estaba declarado en ruina. Con los socialistas en el equipo de gobierno se están resolviendo temas que durante muchos años, estaban olvidados. Esta es una noticia esperada por los residentes de la zona desde hace muchos años". El destino de la Factoría Uno estaba sentenciado.
El día 29 de septiembre de 2018 las máquinas amarillas de demolición fueron estacionadas ante la vieja garita del guardia de seguridad a primera hora de la mañana y metódicamente iniciaron un trabajo que en unos pocos días convirtió la Factoría Uno de Avidesa (Avícolas y Derivados, sociedad anónima) en un solar repleto de los escombros de un imperio empresarial que empezó en un taller familiar donde un hombre, una mujer y sus cuatro hijos varones encolaban cincuenta cajas diarias de cartón soñando con un futuro mejor para una España en blanco y negro.
Quien fuese director general de Cartonajes Suñer y mano derecha del empresario en sus últimos años, Luis Ignacio Marchesi, concedió entonces una entrevista a Ribera News declarando que "si don Luis viese que donde se hacían aquellos sentidos homenajes a su hijo se está tirando abajo, no sé qué haría, se pegaría un tiro, o nos lo pegaría a nosotros".
Por otra parte, el negocio heladero siguió una suerte similar, aunque con mejor aprovechamiento. Ya en 1989, un año antes de la muerte del empresario, su nieto Alberto Campos Suñer asumió la dirección de los negocios, entonces agrupados bajo la razón social Grupo Suñer Family Office. Este holding empresarial, bajo la dirección de Alberto Campos Suñer, continuó patrocinando el mundo del deporte (por ejemplo, la Liga de Fútbol española) y sacó algunos nuevos helados para adaptarse a los gustos cambiantes del mercado.
Sin embargo la empresa familiar no tenía buena rentabilidad en el negocio del pollo y los cartonajes, por lo que era necesario obtener financiación. Por ese motivo en octubre de 1989 Avidesa salió a Bolsa con la venta pública del 30 por ciento de las acciones de la empresa.
Tras la muerte de Luis Suñer Sanchis, Conelsa lanzó una opa del 75 por ciento sobre las acciones de Avidesa en 1991, fecha en que el negocio heladero quedó en manos de este nuevo accionista mayoritario. En 1993 Conelsa se hizo con el cien por ciento de las acciones y tras el fracaso de su cotización en bolsa, la retiró del mercado público.
Control de acceso a Ice Cream Factory Comaker, 2019 |
La industria heladera de Avidesa pasó a manos de la compañía Miko brevemente en 1993. Después Nestlé compró las acciones de Avidesa (helados) en 1994 y la marca Avidesa desapareció a principios de 1997. En febrero de 2003 Nestlé vendería la marca a su actual propietaria, Ice Cream Factory Comaker, sociedad anónima, manteniendo las instalaciones y sede empresarial en Alzira. En marzo de 2019 Ferrero (los fabricantes de las conocidas marcas Ferrero Rocher, Kinder o Nutella) adquirieron a Ice Cream Factory Comaker, convirtiéndose así en los actuales propietarios de los restos del imperio heladero de Avidesa.
El periodista Xavier Serra i Parra afirmaba en octubre de 2019 la situación actual de la herencia de Luis Suñer: "la familia Suñer, aunque querida por todos los alzireños de arraigo, ha perdido casi toda su influencia en nuestra sociedad. A mi entender el negocio de competición automovilística que lidera Adrián Campos Suñer tiene potencial de crecimiento y capacidad de dar nuevo esplendor a la familia que más fama dio a Alzira". Sin embargo poco después de estas palabras, en febrero de 2021, falleció a los sesenta años de edad Adrián Campos Suñer, campeón de fórmula 1 y nieto de Luis Suñer Sanchis. El Ayuntamiento honró su memoria con las siguientes palabras en aquel momento: "Ens ha deixat Adrián Campos Suñer, Fill Predilecte de la Ciutat, Medalla d'Or de la Ciutat i ambaixador d'Alzira. La seua trajectòria esportiva ha estat lligada al món del motor a la Fòrmula 1, de la que va ser pilot. En l'actualitat era president i fundador del Campos Racing. Des de l'Ajuntament d'Alzira volem expressar les nostres condolències a la seua família, companys i amics. D.E.P.".
El 27 de enero de 2022 el Ayuntamiento de Alzira aprobó el concurso para elegir un monumento en memoria del empresario Luis Suñer Sanchis, para instalarlo en el solar que ocupaba la antigua gasolinera desmantelada meses antes, en la avenida de la ciudad que lleva su nombre.
Para finalizar esta entrada reproducimos las palabras que le dedicó, anónimamente, uno de sus trabajadores en el diario digital El Seis Doble en febrero de 2010: "[para quienes] trabajamos en alguna de sus empresas, en los años 60, 70 y 80, nuestro nivel salarial era bastante elevado. Alzira y su comarca aumentó su renta y la crisis citrícola no se notó tanto como en otras zonas, al absorber en sus factorías buena parte de la mano de obra excedente en el campo. No se concibe la Alzira de hoy sin recordar a don Luis: Cartonajes, Avidesa, Mogesa o Papensa, centros de trabajo creadores de riqueza y bienestar. Tampoco debemos olvidar las mejoras altruistas; Centro Carmen Picó, Campo de futbol Luis Suñer Picó o las casas para trabajadores [de Ana Sanchis]".
Plaza Ana Sanchis y viviendas de antiguos empleados de Cartonajes Suñer, agosto de 2022 |
Fuentes:
- Alegría y dolor en un mismo día. (15 de abril de 1981). La Vanguardia.
- Alfil, Ramón. (17 de septiembre de 1989). Entrevistas retrospectivas. El Alfil, y recuperado después (2 de enero de 2008) en El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Altos cargos de Interior y Asuntos Exteriores piden a Cabo Verde la aceptación de más etarras (13 de enero de 1986). La Vanguardia.
- Avidesa Luis Suñer (Bolsa). (1 de abril de 1990). La Vanguardia.
- Avidesa, el complejo avícola más moderno de Europa, Empresa Ejemplar. (24 de julio de 1964). La Vanguardia.
- Boquera Palacios, José. (22 de agosto de 2010). Alzira recuerda hoy a Luis Suñer Sanchis. El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Cartonajes Suñer de Alcira, declarada Empresa Modelo. (28 de julio de 1959). La Vanguardia Española.
- Centenares de vecinos de Alcira recibieron al industrial liberado. (15 de abril de 1981). La Vanguardia.
- Clari, B. Fallece en Alzira José Palacios Boquera. (12 de junio de 2016). Levante El Mercantil Valenciano.
- Cumbre policial en Valencia. El secuestro de don Luis Suñer. (18 de enero de 1981). La Vanguardia.
- El Gobierno no negociará con los delincuentes. Los ministros trataron del secuestro de Suñer (17 de enero de 1981). La Vanguardia.
- El mensaje en la botella era falso. (12 de febrero de 1981). La Vanguardia.
- El ministro de Comercio inaugura oficialmente la fábrica de helados Avidesa, de Alcira. (5 de agosto de 1971). La Vanguardia Española.
- El ministro de la vivienda, en Cartonajes Suñer, de Alzira. Hizo entrega de la Colonia Ana Sanchis a los trabadores de esta empresa modelo. (7 de diciembre de 1960). La Vanguardia Española.
- Espanya, Xavier. (17 de febrero de 2010). La Falla Plaça Major de Alzira edita un libro de Xavier Sierra sobre Luis Suñer. El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Identificados los billetes con los que se pagó el rescate de Suñer. (17 de mayo de 1981). La Vanguardia.
- Industrial valenciano secuestrado en Alcira. (14 de enero de 1981). La Vanguardia.
- La familia de Luis Suñer pagó 325 millones. (27 de septiembre de 1981). La Vanguardia.
- Llamamiento a los secuestradores. (29 de enero de 1981). La Vanguardia.
- Lo importante es saber si se encuentra vivo. (25 de enero de 1981). La Vanguardia.
- Los Reyes prometieron su apoyo en Alcira, la zona más afectada. (23 de octubre de 1982). La Vanguardia.
- Los secuestradores todavía no han dado a conocer sus pretensiones. (15 de enero de 1981). La Vanguardia.
- Los secuestrados de ETA no olvidan su cautiverio. (31 de diciembre de 1982). La Vanguardia.
- Luis Suñer sigue en paradero desconocido. (11 de marzo de 1981). La Vanguardia.
- Luis Suñer, directivo del Valencia Club de Fútbol. (8 de octubre de 1982). La Vanguardia.
- Mapas, vistas aéreas y vistas satélite: Capturas de vistas satélite de Google Earth entre 1985 y 2022. El resto de mapas (1905-2022) proceden de la Cartoteca del Instituto Geográfico Nacional de España: Disponibles en: https://www.ign.es/web/mapasantiguos/index.html. Las Planimetrías son documentos manuscritos realizados entre 1870 y 1950, a escala 1:25.000, que contienen información planimétrica y son los trabajos previos a la realización del Mapa Topográfico Nacional (MTN). La Planimetría está fechada en 1905. El mapa MTN50 1Edi está fechado en 1953. El mapa MTN25 1Edi, de escala 1:25.000, está fechado en 1970. La vista aérea de 1956 fue realizada por la Army Map Service del ejército estadounidense sobre España.
- Medalla del Trabajo a Luis Suñer. (21 de julio de 1982). La Vanguardia.
- Muere Luis Suñer, el popular empresario valenciano que fue secuestrado por ETA. (23 de agosto de 1990). La Vanguardia.
- Parece descartarse la participación de ETA. (17 de enero de 1981). La Vanguardia.
- Racha de falsos mensajes sobre Luis Suñer. (14 de febrero de 1981). La Vanguardia.
- Rovira, Alfonso. (2 de febrero de 1992). Medalla de Oro de la Ciudad de Alzira para Luis Suñer. Las Provincias.
- Rovira, Alfonso (8 de julio de 2012). El arte del frío. El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Secuestro del industrial Suñer. No hubo móvil político. (20 de enero de 1981). La Vanguardia.
- Se cumple una semana del secuestro de Luis Suñer. (21 de enero de 1981). La Vanguardia.
- Se atribuye a ETA el secuestro de Luis Suñer. (30 de enero de 1981). La Vanguardia.
- Se acuerdan de Luis Suñer. (20 de marzo de 1981). La Vanguardia.
- Se cumplen tres meses del secuestro de Suñer. (14 de abril de 1981). La Vanguardia.
- Suñer, no al Valencia. (1 de marzo de 1983). La Vanguardia.
- Rovira, Alfonso. La inauguración del Club de Tenis Alzira en 1972 (24 de julio de 2008). El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Rovira, Alfonso. 25 aniversario del Hogar de ancianos Santa Teresa Jornet (24 de octubre de 2007). El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Rovira, Alfonso. (23 de abril de 2010). La restauración de las campanas del Santuario de la Virgen del Lluch. El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Cien mil pesetas para cada uno de los niños que cantaron el Gordo. (18 de enero de 1969). Mediterráneo, Prensa y Radio del Movimiento.
- Rovira, Alfonso. (30 de marzo de 2013). Avidesa se nos va de la mesa. Inauguración de la Factoría Cuatro. El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- Lluvia de millones en Alcira. (24 de diciembre de 1968). Diario de Burgos.
- El señor Sanz Orrio en Alcira. (1 de octubre de 1958). Diario de Burgos.
- De Alcira. La falla de la calle de la Unión. (18 de marzo de 1934). Las Provincias.
- Suñer: No sé quiénes son mis secuestradores. (15 de abril de 1981). La Vanguardia.
- Sin noticias del paradero de Luis Suñer. (15 de enero de 1981). ABC.
- Villena, T. (2018, 9 julio). Las ruinas de la fábrica Avidesa: el origen de la revolución industrial valenciana. Las Provincias.
- Manuscrito (mecanografiado) titulado "Alcira", del autor Mario Guillamón Vidal (Alzira, 1924 - Alzira, 1990), realizado entre 1958 y 1989, con 115 fotografías de ese periodo. Esta obra puede consultarse en la Biblioteca Valenciana, Col.lecció: BV Fondo gráfico (Ubicación: BMAG, Signatura: F332/1-126, Código de barras: 641249. Disponible en: https://bivaldi.gva.es/va/consulta/resultados_ocr.do?id=2332&forma=ficha&tipoResultados=BIB&posicion=6 (consultado en marzo de 2022).
- Rovira, Alfonso. (13 de agosto de 2012). Papensa, el papel que escribe la historia. El Seis Doble, diario digital de Alzira.
- El industrial Luis Suñer, secuestrado por ETA en 1981, fallece en Alzira a los 80 años. (23 de agosto de 1990). El País.
- Navas, José Antonio. (24 de agosto de 1988). Avidesa llega a un preacuerdo con Gestiber para la venta de su filial Papensa. El País.
- Pastor, V. M. (2018, 28 septiembre). El derribo de la mole industrial de la antigua Avidesa ubicada entre chalés durará tres meses. Levante El Mercantil Valenciano.
- La Factoría Uno de Avidesa comienza a desaparecer. (Octubre 2018). Ribera News, periódico independiente gratuito. Núm. 42.
- Anuncio publicitario de camiones Avía y Avidesa, hacia 1965. Imagen del archivo personal de Bernardo Orovig.
- Valdivieso, Marta. (13 de febrero de 2016). Cómo el pollo conquistó España. El Español.
- Fandos, Pascual. (10 de diciembre de 2021). La factoría heladera de Alzira recupera las marcas Apolo y Camy. Levante, El Mercantil Valenciano.
- Avidesa. (2020). Llibret de la Falla El Mercat d'Alzira.
- Peris Pallardó, María Amparo. (3 de julio de 1971). Semanario La Voz del Júcar. Entrevista a Luis Suñer Sanchis.
- Llibre de Santa Cecília. (21 de noviembre de 2010). Societat Musical d'Alzira.
- T. (2014, 9 febrero). Salida a Alzira, antigua fábrica de Avidesa. Agrupació Fotogràfica Xàbia - Agrupación fotográfica Javea AFX.
- Luis Suñer Sanchis. (s. f.). Real Academia de la Historia.
Cualquier sugerencia, información o comentario sobre este tema es aceptada. Gracias. Alzira, 03/09/2022.
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